martes, 4 de julio de 2017

AQUELLAS FIESTAS DE JULIO EN EL PUERTO DE LA CRUZ DISTINTAS Y DISTANTES (IV)



Fotografía referente a cuatro entonces jóvenes muchachas portuenses estrenando trajes en las fiestas Mayores de Julio de los años cincuenta del siglo XX. Probablemente en busca de supuestos noviazgos.

El amigo del Puerto de la Cruz; AGUSTÍN ARMAS HERNÁNDEZ remitió entonces (6/8/13) estas notas que tituló; “AQUELLAS FIESTAS DE JULIO EN EL PUERTO DE LA CRUZ DISTINTAS Y DISTANTES (IV)”: “…Volvemos a destapar de nuevo para los nostálgicos portuenses y allegados el baúl de los recuerdos. El objeto, como quedo dicho en los anteriores, no es otro sino que afloren a nuestras mentes los recuerdos y vivencias de aquellos años idos. Época que, de cualquier forma, a los que éramos mozos en aquel entonces no se nos olvidaran fácilmente, puesto que estábamos en la flor de la vida. No obstante, por la importancia que tienen y el tesoro que contienen, conviene revivan para las nuevas generaciones de portuenses y para todos aquellos que por un motivo u otro se han olvidado de aquellos acontecimientos.
Extrayendo los pétalos de la flor del tiempo, nos ha dejado, de nuevo, ver el mes de julio. Mes que para los hijos del Puerto de la Cruz significa algo muy importante y, por importante, deseado. A julio lo esperamos con impaciencia porque su arribada nos aporta la fiesta principal de nuestra querida cuidad, en honor del Gran Poder de Dios y la Santísima Virgen del Carmen.
El Puerto de la Cruz, cosmopolita y poliglota, se deshace en atenciones con cuantos les visitan en este tiempo de máxima solemnidad y alegre algarabía popular.
Compartir quiere, con todos, el festero y veraniego mes de julio, en el  que el pueblo se expande en sano regocijo.
Por ser pionero centro turístico de Canarias,  por su belleza y benigno clima, etc., el Puerto de la Cruz es conocido en todo el orbe.
De ahí que acoja en sus entrañas, todo el año, a miles de turistas que aquí llegan con intensión de descansar y disiparse de los avatares opresores de la lucha cotidiana. Concluido quedó con el último artículo publicado  lo más sobresaliente de lo acontecido en el año 1953 en la hoy cuidad turística. Por lo tanto, entremos en éste a relatarle lo más destacable del año 1954. Para ello nos valemos, como en años anteriores, del programa de las fiestas ese año imprimido; pues aunque uno no quiera siempre se le olvida algún acto de los programados.
El año 1954 fue prodigo en eventos para el puerto de la cruz, tanto en fiestas como fuera de ellas. Uno de los más relevantes ocurrió el 19 de mayo de dicho año, al ser bendecida la nueva imagen de la Santísima Virgen del Carmen, Patrona de los pescadores ranilleros. Larga y paciente fue la espera, pero, al fin llego la excelsa y reluciente madre de los marinos. El artista portuense que talló la imagen supo, a la perfección, captar el gusto de los pescadores, sus vecinos, en cuanto a la Virgen se refiere, o sea: guapa, morena, con aires de pescadora, más, con mirada profunda y bondadosa. Pero… veamos lo que dejo escrito al respecto en el programa de las fiestas de 1954, don Diego Palenzuela Pérez que, junto a otros tres doctores de las letras, realzan y enriquecen dicho programa. Helo a continuación extractado:<<En los anales históricos-religioso del Puerto de la Cruz, el 19 de mayo de 1954 tendrá mención preferente, por ser fecha en
que se logro hacer realidad efectiva y culminación feliz vehemente anhelo local, de poder orar en el culto religioso a una nueva imagen de Nuestra Señora del Carmen. Un deseo satisfecho por el amor que por su pueblo natal demostró un joven escultor y un gran portuense: Ángel Acosta Martin. En ese día inolvidable, de los ojos del artista brotaron lagrimas de emoción ante el espectáculo indescriptible del fervor de un pueblo estacionado en el muelle y que alzo en hombros y le elevo junto a la imagen bellísima, fruto de su inspiración, que como caudal sublime hizo posible plasmar en esa talla maravillosa que ofrendo desinteresadamente, con el más delicado gesto que honra y enaltece a este hijo de nuestro pueblo que , por haberse ausentado nuevamente, no le será posible captar en nuestras fiestas, lo que podemos considerar una ratificación de aquellas jornadas memorables, que una vez más hará vibrar nuestras fibras emocionales, el día que su Virgen del Carmen reciba el beso de las aguas en su primera procesión sobre las olas del mar Atlántico>>. Don Diego Palenzuela querido y respetado ciudadano portuense, termina su magnífico escritos con estas emocionantes palabras: << ¡Fiestas del Poder de Dios y del Carmen! ¡Fiestas del Puerto! Máxima expresión de sentimiento y alegría de este pueblo acogedor, alegre y laborioso, que lleva en  sus entrañas un caudal impoluto de cualidades espiritualmente invalorables, que ayer hoy y mañana fue, es y será vivo ejemplo de inalterable civismo>>…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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