En esta
fotografía de la Plaza de La Villa de La Orotava, conocida por La Constitución,
La Alameda, la del Kiosco de la Música y la de Los Soldados. Me llama la
atención este edificio sedes del telégrafo en la primera mitad del siglo XX.
Un
inmueble que conocí aún siendo un niño, al que acudía con mi padre Juan Álvarez
Díaz a poner telegramas, allí estaba nuestra querida Lolita Murillo, siempre
con las teclas del viejo telegrama.
Una hacienda
que desapareció a través de la picona del hombre (recuerdo de niño pasar por la
plaza y ver a manos humanas picando el fondo del terreno) para fabricar en ese lugar el recordado Banco
Bilbao.
Tratase
de una edificación clásica canaria de una puerta central, dos ventanas en los
laterales y tres en la parte alta. Las oficinas del telégrafo correspondiente
al servicio al público, estaban en la parte baja, entrando a la derecha y a la
izquierda el despacho del jefe de la Administración señor don Augusto Méndez.
Mientras en la parte alta estaba su vivienda.
Entonces
un bello rincón villero, con sus clásicos automóviles, que circulaban en ambos
sentidos, puesto que aún no se había construido el Puente.
Caballeros
sentados en los clásicos bancos que aún se conservan, con sus trajes de galas y
sombreros.
Puedes
que ese señor sea de la alta sociedad orotavense de entonces, ya que por ese
costado sur de la plaza, según nos cuentan
paseaban esos señores.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario