Nació en Puerto de la Cruz el 16 de agosto de 1970. Desde niño
le apasionaba el mar, y ya desde entonces, sólo con gafas, tubo y aletas,
comenzó a sumergirse y admirar los que atesoraba ese intenso azul. Quedaba
admirado por aquellos que vestían de buzos con equipos autónomos y se perdían
en el mar.
Ya de jovenzuelo le insistió a un amigo suyo, Ramiro Martel
Reyes, que le llevara a bucear un día, ya que a su vez éste tenía la suerte de
que su padre era buzo profesional, y también unos amigos buceadores de más
edad. Pero nunca lo hizo, y una tras otra le negaba aquella ilusión. En aquella
fecha, los años 80 del pasado siglo, el buceo con equipos autónomos era para
unos privilegiados, y Ramiro tenía la suerte de tener todo a su alcance de su
mano. Aquellos años los recuerda de desesperación e impotencia por no poder
hacer lo que le gustaba ni tener los recursos necesarios para ello, pues sus
padres no podían permitirse el lujo de comprarle un equipo de buceo, sobre todo
tan caros en aquella época. Por lo que
tuvo que esperar a tener la mayoría de edad y poder reunir un “dinerito”
para comprar su propio equipo. Poco
antes se acercó a Radazul para conocer algo sobre el curso de iniciación al
submarinismo. Y aquello si fue una experiencia inolvidable. Al acercarse al
centro de buceo para solicitar información, le atiende el instructor Luciano
Pascua Mosna un reconocido instructor por el que hoy en día siente admiración.
Sobre la marcha le invita a ponerse el equipo e ir al agua. No se lo podía
creer, pues sólo había ido a preguntar. Así su primer contacto fue en ese
momento, en Radazul, y con un gran instructor que le inspiró mucha serenidad y
confianza. Fue, sin duda, una experiencia inolvidable y maravillosa.
Según salió del agua confirmó su interés por ese mundo, y expresó su inmediato
interés por comenzar el curso. No se lo había dicho ni a sus padres, y sabía
que a su madre no le haría gracia y le supondría un disgusto. En unas semanas
ya era buceador de una estrella de Fedas (Federación Española de Actividades
Subacuática). La limitación era de 20 metros de profundidad y que tenía que
estar acompañado de buceadores con experiencia, pero él pensó que nunca bajaría
más metros. Su padre le acompañó a comprar el equipo, y contribuyó también en
ello, pues le hacía también ilusión hacer feliz y ayudar a su hijo.
Le hablaron de un club de buceadores en la piscina municipal de
Puerto de la Cruz, con el que pronto entró en contacto, y le venía genial por
su cercanía. Sin embargo, este centro era de PADI, una organización
internacional de buceo, y como había sacado el curso inicial con FEDAS, no
sabía si lo admitirían. Para entrar en la Organización tendría que hacer de
nuevo un curso. Así entró en PADI, y con el gran instructor Roberto Valdés
realizó todos los cursos de buceo hasta llegar a prepararse para convertirse en
instructor PADI. Fue una etapa muy bonita y especial en su vida en la que
encontró grandes amigos. Como su gran amigo y, en la actualidad modelo en sus
grabaciones, Mark Ellis, con el que ha compartido grandes experiencias y
muy buenos momentos. Con él inició un interesante proyecto como poner en
marcha un club de buceo, Marasub. Lo
mantuvieron varios años e impartieron muchos cursos de buceo bajo la
metodología de PADI. No obstante, siempre mantenían la ambición de ser también
instructores de FEDAS, por lo que un día lo plantean a Luciano Cedrés, presidente de FEDECAS
(Federación Canaria de Actividades Subacuáticas), y se forman, por lo que son
instructores con ambas organizaciones, FEDAS (de dos estrellas nivel 3) y de
PADI.
Entre el trabajo y el poco tiempo que tienen libre, deciden
cerrar el club. Y otra etapa de sus vidas, muy bonita pero intensa.
Desde casi los inicios y contacto con el submarinismo, Juan Raya
lleva siempre una cámara de vídeo submarino, y ya desde mucho antes, desde su
juventud, tenía también el hobby de grabar. Pero en el momento de dejar el club
Marasub y bucear con mayor tranquilidad en los momentos libres, intensifica su
pasión por el vídeo submarino. Nunca había participado en competiciones, pero
hace tres años, en 2010, se animó e inscribió en el campeonato insular de video
submarino. Iba con mucha ilusión, pero desconocía mucho sobre la materia y
existía un gran nivel; por lo que ganó una nueva aventura, aunque quedó el
último en la clasificación. Luego, ese mismo año, participó en el Campeonato de
Canarias y quedó cuarto. En 2011 no pudo participar porque tuvo varios
problemas técnicos con la cámara.
En el 2012 adquiere una cámara nueva de alta definición y
comienza a participar en las competiciones. Compite de nuevo en el insular y
vuelve a quedar el último. Y seguidamente en el de Canarias vuelve a quedar
cuarto. Iba mejorando pero no conseguía controlar bien la cámara. Al no
clasificarse no podía ir al CEVISUB (campeonato de España de video submarino,
que se celebró en El Hierro), al que le hacía mucha ilusión asistir. Pero
curiosamente recibe unas llamadas del presidente de FEDECAS, Luciano Cedrés, y
del Director de la Federación Insular, Julián Anaissi, quienes le anuncian que
al ser su asistente-modelo británico, pueden participar en un Open
Internacional que se celebrará paralelamente en El Hierro. Y sin pensarlo
asisten y quedan subcampeones del Mundo en este Open.
Y llega este 2013, un año en que se dedica con mayores
entusiasmos a entrenar, y quizá por ello logra mayores éxitos. Participa, junto
a su modelo Mark Ellis, en tres pruebas. En el Campeonato de Tenerife se
clasifica con el primer puesto. En el Campeonato de Canarias de Vídeo Submarino
logra un segundo puesto. Y ahora, en este mes de septiembre, se ha proclamado
subcampeón de España del CEVISUB 2013, celebrado en el municipio sureño de
Arona. Con sólo un punto de diferencia con el Campeón, Jorge López.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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