Fotografía que remitió entonces (27/08/2017) mi amigo de la Villa de La
Orotava; Tomás Faustino Saavedra Toste, correspondiente a “LA AVENIDA”, que fue
precisamente el nombre que se le dio simbólicamente a la ampliación del
emblemático y estrecho callejón que conducía la calle El Calvario con la
Sidrona - Los Cuartos en la Villa de La Orotava.
Esta ampliación contó con dos tramos muy diferenciados que evolucionaron en
dos décadas la vida mercantil y comercial. El primero tuvo su denominación en
el momento de la inauguración en el año 1955 del político español José Antonio
(sustituido últimamente por Avenida Canarias). El segundo lleva el nombre del
sevillano doctor afincado en la villa Emilio Luque Moreno.
Hablar de lugares, e instituciones de antaño, es evidente, tiempos
pasados fueron más familiares en todos los sentidos, las familias se
comunicaban desde los patios desde las azoteas y desde las ventanas de sus
casas. Además nunca faltaba la comida porque el comer en casa del vecino era
innegable.
Este iconográfico rincón villero, original callejón conocido, por Avenida
Canarias (anterior Avenida José Antonio) - doctor Luque Moreno. Tenía su
estirpe, en el naciente del mencionado recoveco, por donde se pasaba a la
hacienda de la Sidrona. Después de hacerse la carretera del Pinito, carretera
conocida por “Las Cañadas”. Este acogedor camino se convirtió en él más
corto entre la nueva carretera y la calle El Calvario. Allí destacaron
los bares - taberna “MARTÍN TRAVIESO” Y “LA ACADEMIA”.
Todo empezó al principio de los años cincuenta, se proyectó transformar el
camino en amplia vía que sirviera de eje para la expansión urbana. Se fueron
demoliendo pequeñas edificaciones y comenzó la edificación de los inmuebles que
actualmente la configuran.
Hecho el primer tramo, en el segundo se instalaron viviendas unipersonales
tipo chalet, cuyo propietario conocidos,
cito a continuación: don Miguel Acosta, don Emilio Luque Moreno, don Gil
Méndez Bencomo y don Ignacio Zarate, aunque al final del camino se habían
construido por los años diez, la mansión de la familia Suarez “Villa Remedio”
que conocemos actualmente por “Casa de Doña Chana”, y el colegio de la
Milagrosa.
Por la década de los cincuenta (finales), sesenta, setenta y ochenta se
construyen edificios de locuras de hasta ocho y más plantas, cambiándose la
zona que se proyectó en principio como residencial, a una zona comercial -
administrativa totalmente cerrada.
Esta panorámica está tomada al final de los cincuenta, principio de los
sesenta, del siglo XX.
En primer lugar la famosa y centenaria Araucaria. A la izquierda, Hostal
- Restaurante “La Academia”, con su
parte baja reducida a su última morada (Bar), alquilándose los salones
continuos; Comercial ROES y Tejidos Avenida.
A continuación los edificios; Farmacia “Barona” y Bar Tapia, totalmente
terminado. Por la derecha los edificios; Martín - Travieso y Fariña terminado interiormente,
aún sin terminar sus frontis.
Al fondo los tres edificios de construcción neoclásica de según proyectos
de don Mariano Estanga. Instituto de Previsión, Familia Méndez – Jiménez y Bar
Almeida (don Antonio Álvarez).
Curiosamente, vemos los automóviles clásicos de la época estacionados en
ambas calzadas.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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