El amigo del Puerto de
la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (04/07/2017) estas notas que
tituló; “LECCIÓN DE HISTORIA SOBRE EL GRAN PODER DE DIOS”: “…Lección de historia
de la imagen del Gran Poder de Dios a cargo del historiador portuense y
vicepresidente del Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto de la Cruz,
Eduardo Zalba González. Lección entre veintidós ilustraciones y en medio de una
de esas polémicas populares que en la ciudad todo el mundo sabe cómo empieza
pero nadie cómo acaba y todos relatan a conveniencia (Polémica a cuenta de
diferencias entre dirigentes de cofradías con sede en la Peña de Francia pero
que, por fortuna, no trascendió en el acto).
Lección apropiada en el acto de apertura de la
exposición Gran Poder de Dios:
historia y devoción de un pueblo, que estará abierta en el Instituto de
Estudios Hispánicos (IEHC) hasta el último día del presente mes (2017).
Apropiada porque en el intento de revitalizar la solemnidad y el fervor, nada
mejor que el rigor histórico y la explicación cabal de aquellas circunstancias
que entretejen la devoción al considerado alcalde y patrón mayor honorario y
perpetuo.
Zalba González, además, es devoto del Gran Poder.
Además de haber hurgado en antecedentes documentales, ha participado en
infinidad de actos religiosos en los que ha contrastado su dedicación. Habla,
por tanto, con fe y con conocimiento de causa. Relata los orígenes de la
advocación; describe las vicisitudes de la imagen; relata con emotividad los
afanes por sanar de Tomás de Iriarte y Nieves Ravelo, portuense insigne;
detalla las fotos más antiguas que se conocen de la talla de hechura anónima,
originales de otro portuense ilustre, Marcos Baeza Carrillo; disecciona
atinadamente los hechos documentados de la leyenda popular sobre el destino que
la imagen habría de enfilar (¿Breña Alta, La Palma?) y alude a los
acontecimientos más recientes, ya en el presente siglo, que hermanaron a las
poblaciones de esta localidad y del Puerto de la Cruz a través de sus
instituciones locales para robustecer el fervor y el recogimiento.
La imagen del Gran Poder de Dios es venerada desde el
siglo XVIII. La exposición es un espléndido soporte para comprender el alcance
de la evolución de ese respetuoso culto. El relato de Zalba viene a
complementarlo, con su explicación sobre el grabado de José Tomás Pablo, “que
evidencia a la perfección la influencia de la escultura, utilizado como medio
idóneo para difundir su incipiente popularidad”; y sobre los documentos,
exvotos, actas y objetos que, residenciados en una vitrina que ocupa la
centralidad del recinto, permiten conocer otros aspectos de la imagen, incluso
de una antigua vestimenta. Una esmerada selección fotográfica, testimonios de distintas
épocas, ya con la imagen procesionando o en su emplazamiento, viene a culminar
una colección que, en el fondo, es otra manifestación de la devoción que los
ciudadanos y los llegados de pueblos limítrofes sienten hacia 'el Viejito', la
peculiar y coloquial denominación con que los portuenses identifican el Poder y
su obra misericordiosa.
Tanto, que alguien patentó uno de esos dichos que
llaman la atención hasta por su crudeza:
-Al llegar a La Laguna, un precioso Cristo. Al llegar
a Tacoronte, un muy bonito Cristo. Pero al llegar al Puerto de la Cruz, con el
Gran Poder, se 'jodieron' todos los Cristos…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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