Fotografía de la derecha Pozo de la Salud,
Sabinosa, isla de El Hierro. Años 1911-1913. De J. Blancas Laforet. La de la
izquierda es típica de doña Valentina Hernández, con su clásico vestuario y
tambor de autor desconocido.
A Valentina
Hernández la recuerdo en mi juventud cuando participaba en la Romería de San
Benito Abad de La Laguna, casi siempre cantaba y tocaba su tambor vestida con
el traje típico herreño en una de las azoteas o terrazas de la ciudad de Los
Adelantados, nunca participaba en el típico cortejo. Siempre me preguntaba, el
por qué no participaba en la Romería de San Isidro y Santa María de la Cabeza
de mi ciudad, mi pueblo de nacimiento la Villa de La Orotava, desconozco los
motivos, sabiendo que la romería de la Villa es la primera que desfila como
tal, pero casi siembre pernotaba en la de La Laguna.
Esta mujer que
siempre vestía con el traje original típico de la isla del Hierro fue siempre
reconocida por su voz. Popularizó temas como “El Baile del Vico”, el Tango
Herreño, “La Meda”, “El Conde de Cabra” y el “Arrorró herreño”. MI hermana
Carmilla recién casada adquirió un disco de coplas canarias, en la que figura
“El baile del Vivo”, lo recuerdo en mi infancia y juventud cuando lo oíamos en
casas de mis padres en la calle El Calvario, recuerdo que solo se escuchaba el
toque del tambor, del famoso tambor herreño.
Las manos de
Valentina tuvieron que haber traído a muchos herreños al Mundo, pues aparte del
folclore ejercía de comadrona del pueblo, ayudando casi siempre al facultativo.
Además de esta clásica profesión de partera que ejercía por supuesto sin la
titulación oficial, como muchas o casi todas de aquellos tiempos. Trabajó en el
llamado Pozo de Sabinosa. En el año 1949 preparaba los
baños calientes junto con su marido Esdras. Y es que el tratamiento
incluía baños a 45 grados, y beber diariamente varios litros de agua.
Doña Valentina es considerada como una figura legendaria del folclore
canario. Era cantadora y tamborilera. Consiguió preservar la antigua
herencia musical de la isla. Su ejemplo es único en la historia de la música
tradicional canaria. Gracias a esta mujer, el folclore herreño conserva toda su
pureza y todos sus misterios. Y en el Pozo de la Salud, en los momentos de
descanso, los enfermos y acompañantes escuchaban sus antiguas melodías.
Doña Valentina que
consiguió guardar la música de sus antepasados, ha sido una mujer única en el
folclore tradicional de toda Canarias. Falleció en su isla herreña en el año
1973, con su óbito se apagó su voz y su tambor.
Desconozco si
el pozo que también se llamó de la Salud existe en esa isla pequeñina, en su
historia y a lo largo de los últimos siglos, la isla de El Hierro sufrió
tremendas sequías y la escasez de agua forzó la emigración de parte de su
población.“…El pozo fue perforado entre los años 1702 y 1704, para abastecerse de
agua potable. Y, a pesar de que sus aguas salieron un tanto salobres, fueron
muy bien aprovechadas para dar de beber a los animales, que las aceptaban con
gusto. Con el tiempo se constató que las personas que bebían el agua de este
pozo gozaban de mejor salud.
Ya en el siglo XIX, se extendió la fama de estas aguas
a otras islas, desde donde partían enfermos necesitados de mejoría. Desde
Tenerife llegó desterrado el médico Leandro Pérez, que comprobó las
propiedades curativas de las aguas del Pozo de Sabinosa. En 1843 -
1844 fueron declaradas aguas minero-medicinales. Y en la última década de
ese siglo, el agua se recogía en garrafones y se exportaba a Cuba y Puerto
Rico.
En el siglo XX, el ingeniero militar José Ángel
Rodrigo-Vallabriga Brito fue uno de sus máximos
propagandistas. En 1925 obtuvo la concesión para explotar las
aguas del pozo. En 1945 registró el nombre "Aguas de
Sabinosa", y en los años 50, y comienzos de los 60, embotellaba el agua
para su venta en farmacias y tiendas de las islas. También construyó el
antiguo balneario, para tomar los baños calientes, que quedó abandonado tras su
muerte en 1965, a los 89 años de edad…”
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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