Que recuerdos me vienen a la memoria y en el tiempo, cuando en mi infancia
y primera juventud, bajaba al Puerto de La Cruz, a la playa de Martiánez, con
la familia y con los amigos.
En la añeja terraza de Martiánez, había dos Merenderos, construidos de
madera, con terrazas de pajas o pinochas o hojas de palmeras. El primero
a la izquierda era del portuense Felipe Santiago Hernández y el siguiente del
orotavense Agustín Hernández y Hernández.
En unos cuartos traseros, depositábamos las casetas de la playa durante
el verano, para luego subirla para la Villa.
Agustín con un buen vino de la zona de Los Gómez, servía exquisitos platos
marineros; Cefalópodos, sardinas, viejas, caballa, chicharros, pulpos,
calamares, chocos de todo lo que daba la mar portuense. Recuerdo aquellos
platos de lapas, impresionantes. Todo un sabor al mar y un disfrute de la vida.
El amigo Agustín, vivía en la calle León antigua de Los Tostones en la
Villa Arriba, en Farrobo de la Villa de la Orotava.
Era carpintero de profesión y jugó al fútbol en el Victoria que en el
año 1943 se unió con el San Pablo y el Orotava CF, y se formó el UD Orotava.
La realidad me trae a la memoria aquellos inolvidables tiempos de la
infancia de los años cincuenta del siglo XX.
La playa portuense y su entorno en esta fotografía conserva su original
terraza, con sus bancos de piedras que vemos en el fondo y su limpieza de
antaño.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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