miércoles, 2 de agosto de 2017

EL TESTAMENTO DE LA MARQUESA



Tras el fallecimiento de doña Sebastiana del Castillo, en el Hotel Camacho de la capital tinerfeña en el invierno de 1903. Nuevamente vuelven a suscitarse nuevos pleitos, pero que esta vez no serian entre Iglesia y Ayuntamiento, sino que serian entre don Francisco Reyes, su administrador y la familia Pérez Ventoso, por motivos de la herencia de la VII Marquesa de la Quinta.
Este pleito, que tardó doce años en resolverse, nació tras incluir la marquesa a don Francisco Reyes en su testamento. Según ella, para premiarle sus servicios y dejarle un recuerdo de su gratitud. Para la marquesa, don Francisco fue siempre un hombre de intachable conducta y lealtad y por ello mandó a sus herederos que lo mantuviesen de administrador en las mismas fincas que lo había estado con ella, dejándole además, el uso y derecho de la habitación – casa que, ocupaba y cinco mil pesetas en metálico.
El problema surge cuando tanto don Víctor, como don Jorge Pérez Ventoso, ambos herederos de la marquesa, quieren anular aquel mandato. Para ello, interpusieron un recurso en el juzgado de 1ª. Instancia, sobre interpretación de esa cláusula testamentaria. Pero ya desde el primer momento la sentencia le fue favorable a don Francisco Reyes que contó con la ayuda de los abogados; don Domingo Martín Navarro, don Cenobio Hernández González, don Nicolás de Ponte y Urtusáustegui, don Juan Pérez Suárez y don Luis Rodríguez Figueroa.
Aunque la sentencia les fue desfavorable a los hermanos Pérez Ventoso, no por ello dejaron de luchar, presentando recursos ante el Tribunal de 2ª. Instancia, y luego ante el Tribunal Supremo. En segunda Instancia, don Francisco contó con la colaboración del distinguido letrado de Las Palmas, don Maximiano Ramírez, y en el Supremo con la de nuestro disputado a cortes y notable abogado, don Félix Benítez de Lugo, quien con su notorio acierto y competencia puso feliz remate a esta cuestión.
Como muy bien decía la prensa orotavense de entonces: “Desde un principio y hasta el final, los jueces han entendido siempre en este pleito, interpretar fielmente la voluntad de la Sra. Marquesa de la Quinta Roja”.
Con esta sentencia del Supremo terminaron doce años de pleito para don Francisco Reyes, quien por fin vio cumplido así el deseo de doña Sebastiana del Castillo y Manrique de Lara, de agradecerle sus servicios.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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