sábado, 5 de agosto de 2017

LA CARIDAD DE SAN FRANCISCO EN LA DECADA DE LOS AÑOS CINCUENTA DEL SIGLO XX



Esta magnífica fotografía, que remitió entonces (2014) por la Cofradía de Nuestra Señora de la Caridad del templo de San Francisco de La Villa de La Orotava. Corresponde a la procesión de la Santísima Virgen por la Calle de Tomás Pérez antigua Home, referente a la década de los años cincuenta del siglo XX.
Le acompañan las Hermanas de La Caridad de San Vicente Paul con su clásico uniforme, que entonces ejercían la administración sanitaria del Hospital de asilo de la Santísima Trinidad, que estaba ubicado en el anexo al templo de San Francisco. Antiguo Escorial de Canarias tal como le llamó Viera al incendiado (1801) convento de San Lorenzo de la Villa de La Orotava.
En la fotografía solo reconozco a dos orotavenses; Chano González el de Molino (fallecido), cargando por la izquierda y Carmelo Expósito delante del trono por la derecha. Y supuestamente, los monaguillos que portan el incienso; Jesús García y su primo Antonio Rodríguez (fallecido).
El profesor Alfonso Trujillo Rodríguez, expresa, que mucha fue la riqueza que poseyeron las imágenes del convento, según se desprende del Libro de los Milagros de la Virgen de la Caridad de Mireles: “Doña Constanza de Molina, mujer del Capitán Juan Francisco de Aponte, vecina de La Orotava, el día 5 de Abril del año 1632, enfermó... á este tiempo llegó un Religioso de N.S.P. San Francisco con un poco de aceite de nuestra Señora de la Caridad, y dios a voces: Señores, séanme testigo cómo en nombre de la Señora Doña Constanza de Molina, ofrezco una Lámpara de plata a nuestra Señora de la Caridad... La dama sanó y regaló dicha lámpara de plata”. “El Licenciado Pascual Pérez, que el año 1637...ciego...prometiéndole llevarle unos ojos de plata”. Se puede indagar, que de estas joyas de la Virgen de la Caridad, y otros exvotos, sólo se conserva, “antiguo”, el maravilloso broche, de oro y esmeraldas, que se hallan en la cintura de la Virgen. Según el catedrático orotavense Don Jesús Hernández Perera: Otras joyas desaparecieron del Convento, reedificado, “al repartirse las alhajas del convento franciscano de San Lorenzo, en 26 de marzo de 1836”, un año después de la exclaustración.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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