En el año
1962, tenía un servidor once años estudiaba primero de bachillerato en el
colegio de San Fernando en la calle de San Francisco de la Villa de La Orotava,
cerca al Campo Santo Municipal, el Valle de La Orotava era totalmente e
eminente agrícola, una alfombra de platanal cubría este tesoro paisajístico.
Dar una ojeada
a la hemeroteca, concretamente el matutino EL DÍA de 25
de agosto de 1962, en una crónica del recordado cronista oficial de La Orotava BENJAMÍN
AFONSO PADRÓN, se refiere a la necesidad de colocar el teléfono automático en
el Valle, así como en el pueblo cercano de San Juan de la Rambla, puesto que la
ciudad del Puerto de la Cruz que ya había sido declarada con la marca de
“Turística”, avanzaba y entraba en el recordado Boom Turístico de aquellos años.
Pero el
teléfono automático tardó diez años, tuvo que esperar al mes de diciembre del
año 1973 para colocarlo definitivamente: “… Leído con mucho agrado en la edición de este mismo
periódico del sábado 18 de agosto de 1962 un artículo de Benjamín Afonso Padrón
sobre la necesidad de la instalación de teléfonos automáticos en los pueblos del
Valle que son La Orotava Puerto de la Cruz y Los Realejos. Pero en San Juan de
la Rambla también es imprescindibles dicho servicio, porque aun siendo un
pueblo pequeño, es de mucha actividad. Entre otros servicios, está la farmacia,
varias entidades dedicadas a la actividad de la exportación de frutos; la
sucursal del Banco Hispano Americano, entidad que constantemente
tiene que estar en contacto con sus clientes o viceversa. Y cuando es necesario
utilizar el teléfono resulta que está la encargada de la Central preparando
conferencias para otros pueblos…”
El amigo desde
la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR”, remitió
entonces: “…en efecto, el teléfono
automático llegó a la Orotava y los Realejos en 1973. Pero al Puerto de la Cruz
llegó siete años antes, en 1966…”
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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