Esta sí que era la playa de Los Cristianos, la playa y sus barquitas, que
yo vi por primera vez en mi vida cuando me llevó allí Tito Rodríguez antiguo
operario de mi padre Juan Álvarez Díaz, entonces operario de la firma Los
Herreros en el año 1958.
Así la vi y así debió de seguir. Era un encanto de playa solariega en la punta
costera del municipio de Arona, frente a las costas de la isla Colombina La
Gomera. Se dice que desde la isla redonda de la Gomera emigraron a este
puertito sureños gomeros a trabajar en el cultivo del tomate, su
empaquetamiento y comercialización.
Cuando me bañé en esa fina, cristalina y tranquila playa de arena amarilla
y brillante, no me imaginé que Los Cristianos llegase a lo que es hoy, una
hecatombe total de hierros, cementos, hormigones, playas artificiales, muelles
comercial etc. No me lo imaginé, tanto es así que mi mujer Antonia María con su
familia pasó años y años los meses de Agosto en ese romántico, solitario y
maravilloso paraje natural.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario