miércoles, 2 de agosto de 2017

SE HA IDO UN ILUSTRE PORTUENSE: DON MANUEL LÓPEZ GARCÍA



El amigo del Puerto de la Cruz; AGUSTÍN ARMAS HERNÁNDEZ remitió entonces 2013, estas notas que tituló; ““SE HA IDO UN ILUSTRE PORTUENSE: DON MANUEL LÓPEZ GARCÍA”.
Publicadas en el matutino EL Día: “…SORPRENDENTE, quien iba a sospechar que Don Manuel López, nos dejaría tan rápida y calladamente. ¡Me encuentro lleno de vida!, me dijo en una ocasión en la que me citó a su despacho, para comentar conmigo una reciente e inspirada poesía de su creación, la cual me ofreció como recuerdo. El evento acaeció hace aproximadamente cuatro meses. Su linda poesía lle­va por título: «Mi Ranilla», barrio portuense el cual tanto quería y exaltaba. Veamos, de dicha poesía, algunas estrofas: «Profundo y agitado mar de sen­timientos. / Así eres Ranilla de serena hospitalidad. / Mezcla de pueblos distintos, de amores vie­jos / de luchas, largos sueños, maromas de amistad. / Chalanita marinera con hachón sin luz / cómo mimas, remo a remo, a tu Puerto de la Cruz». Bonito, ¿Ver­dad?
¡Ha fallecido don Manuel López, «El abogado», corrías la nefasta noticia por toda la Ciu­dad Turística. Ha muerto un gran jurista, se comentaba por doquier. ¿No se pudo hacer nada?, preguntaban apenados los portuenses. Y... nadie pudo rete­ner, por más tiempo, a este ilustre y querido personaje de la Abo­gacía del Puerto de la Cruz.
Era don Manuel López García uno de esos intelectuales cana­rios, amantes de su tierra, hom­bre con vistas al futuro, luchador incansable por el progreso de los pueblos y el bienestar de sus gentes. Europeísta pero sin olvidar el valioso legado del pasado, la historia fecunda que mantienen vivos los lazos de hermandad que nos unen a Hispanoamérica. Pero.- veamos su currículo extraído de un programa que, con motivo de las fiestas patronales de Puerto de la Cruz, editó el Exc­mo. Ayuntamiento. En dichas fiestas, año 1989, fue don Manuel López su pregonero. Helo a con­tinuación: licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna. Graduado Social por la Escuela de Santa Cruz de Tenerife. Abo­gado en ejercicio desde 1952. Presidente del Instituto de Estu­dios Hispánicos de Canarias (en la actualidad no lo era) y del Con­sejo Canario del Movimiento Europeo.
Intelectual y polifacético, supo compaginar su incansable dedi­cación a la abogacía con otras ramas del saber. Así, a lo largo de su vida ejerció desde profesor de ciencias naturales, hasta poeta improvisto en múltiples ocasio­nes. Aparte de apasionado de la lectura, era profundo conocedor de nuestras coplas isleñas. Siem­pre se distinguió por la defensa y fomento de la Cultura.
Desde muy joven demostró una permanente vocación por lo social, lo que le impulsó a participar en diversas asociaciones y organismos. En su madurez encausó esta preocupación polcándose plenamente en el Club de Leones, institución de la que fue fundador en su ciudad Puer­to de la Cruz- y presidente en varias etapas.
Su otra gran vocación fue la política, marcada en todo momento por una incondicional defensa de la democracia y su sentido cristiano de la existencia. Militó en partidos como en la extinta Izquierda Democrática, de la que llegó a ser presidente.
Este portuense de pro, como buen canario que era, fue influen­ciado en su quehacer por las dos grandes corrientes que marcan la impronta de nuestra cultura: La europea y la hispanoamericana.
Su trayectoria extra - profesional estuvo dedicada en gran parte, al Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, ejemplar institución que ha contribuido al mayor y mejor conocimiento de la cultura hispanoamericana; al tiempo que ha sido centro permanente de irradiación cultural.
Otras muchas cosas hicieron y fue don Manuel López para nuestras Islas y su Puerto de la Cruz. Más, dejémoslo así.
Sólo decir que dicho intelec­tual fue durante seis años presi­dente del Instituto de Estudios Hispánicos y actuó como vicepre­sidente durante treinta y cuatro. El año 1988, siendo don Manuel López presidente de dicha cultu­ra institución, vio por primera vez la luz la Tertulia de los Iriarte. Esperemos que con su muerte no decaigan dichas interesantes y amenas tertulias, pues como bien se sabe el hoy finado era uno de los más entusiastas participantes. Descanse en paz el que tanto quiso e hizo por el Puerto de la Cruz y su querida Ranilla…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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