domingo, 23 de abril de 2017

ANA MARI, UNA AMIGA EN EL RECUERDO.



Aniversario de su fallecimiento. Hace muchísimos años que la conozco, era la tercera de siete hermanos, amigos y convecinos de la Villa de La Orotava: Manolo, Yayita, Ana Mari, José Luís, Toño, Michel y Sixto Sánchez Perera. Recuerdo a sus padres; Manolo Sánchez Rodríguez y Luisa Perera Lima.
Ana Mari fue en la vida una muchacha, cordial, alegre y servicial. Jugó al baloncesto en la Terraza del desaparecido Cine Atlante con el CB. Femenino Águila del Valle, estudió en el colegio de la Milagrosa de las hermanas de la Caridad. Formó parte de una numerosa y querida familia de la villa de La Orotava conocida en el mundo futbolístico por los “Sánchez”,  trabajó en la casa sindical de la Villa de La Orotava, primero como secretaria – administrativa de la emisora desaparecida “La Voz del Valle” y después en las oficinas del sindicato (amarillo), finalizando su vida laboral en las oficinas de la capital tinerfeña, ya en la transición democrática, transformadas en las administraciones actuales.
Su amor de la vida fue nuestro querido y fallecido profesor don Alfonso Trujillo Rodríguez, ilustre investigador, que estando una tarde en el cine de Santa Úrsula, participando en un festival cinematográfico, acompañado de Ana Mari, en el año 1979, se sintió mal, y no dijo adiós definitivamente, aún siendo joven.
Ana Mari, recuerdo que lo pasó muy mal, durante mucho tiempo se apartó de la sociedad villera, de la Orotava, se fue a vivir a la capital, Santa Cruz de Tenerife, simplemente venía a la villa en visitas a sus familiares. Pero ahora, se ha ido en silencio a su reencuentro en ese paraíso que muchos desconocemos, que don Alfonso (su amor platónico) siempre nos indicaba que era un lugar de paz, de esperanza, lo decía siempre en latín y en griego, lenguas clásicas, de los que muchas generaciones de villeros se especializaron en las letras ancestrales, como preámbulo a los estudios universitarios.
Ana Mari, yo te apreciaba, al igual que a tus hermanos, para  mi eran otros hermanos, sabía que los últimos años de tu vida lo estaba pasando muy mal, creo que mereció la pena esto del adiós definitivo, el sufrimiento en la subsistencia es en muchas ocasiones inhumano y cruel. Ahora está con los tuyos en la tranquilidad, en el paraíso infinito, por ahí están, el amor de tu vida don Alfonso Trujillo Rodríguez (nuestro querido profesor), tu primo Francisco Sánchez García, tus padres Manuel y Luisa, que seas feliz, un fuerte abrazo.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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