sábado, 22 de abril de 2017

PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN (I)



Este espacio público nació al amparo de la antigua ermita de San Roque,  junto a la cual se construyó más tarde la iglesia y el antiguo convento de Nuestra Señora de Gracia o de San Agustín. Por ello, su denominación primigenia era la de llano de San Roque. El nombre de plaza de La Constitución lo tornó oficialmente en 1820 por ser aquí donde se juró por segunda vez la Constitución de 1812.
Según cuenta José Manuel Hernández, en 1823 se colocó una placa conmemorativa en la plaza que provocó airadas protestas de los vecinos de la Villa de Arriba, que querían dar también ese nombre a la plaza de San Juan.
LA PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN DE LA VILLA DE LA OROTAVA empezó a cobrar protagonismo desde el siglo XVIII.  En marzo de 1902 el Consistorio decidió reformar la plaza por el deplorable estado en que se encontraba el arbolado y el paseo losetado de piedras molineras. Esta reforma le dio el aspecto que presenta en la actualidad, una vez ensanchados los paseos laterales. Los trabajos costaron 3.309 pesetas. La otra gran obra que sufrió el recinto a lo largo de  su historia fue la construcción del puente que uniría las calles Carrera y Calvario, promovido por el empresario Casiano García Feo. Esta obra, iniciada en 1954 y culminada a finales de los sesenta, implicó la ampliación  de la plaza por su costado norte.
Beneficiándose totalmente en el año 1914 con la colocación en su centro de un monumental kiosco de estilo neo mudéjar realizado por los hermanos don Nicolás y don Diego Álvarez, el cual necesita una urgente reparación, para que este espléndido templete vuelva a recobrar el sabor de antaño, donde sobresalían las cristaleras de colores nobles que embellecían sus pequeños y románticos  ventanales. En el costado oeste se encuentra la iglesia del ex - convento de San Agustín. La cual tiene su origen en la ermita de San Roque que en el año 1671 se encontraba al final de la plaza, transformándose en convento de Nuestra Señora de Gracia bajo la tutela de la Orden de San Agustín. La Iglesia y el convento fueron realizados por afamados canteros: Lizcano, Rodríguez Rivero, González Agaete, y Miranda. La fachada fue realizada aprovechando recursos barrocos, como el arco de medio punto, la espadaña, todo edificado de piedra molinera. Artesano MUDÉJAR, planta basilicar, subdividida entre nave gracias a las columnas de orden toscano. El retablo del altar mayor fue realizado en el siglo XVIII, de madera, destaca la escultura de San Agustín y Santa Mónica de Fernando Estévez de Sala, el Cristo del Perdón y el Señor, de la Humildad y Paciencia todos de estilo barroco. Según SABINO BERTHELOT,  la comunidad de los agustinos estaba compuesta por cincos religiosos. El padre Prior, de fraile no tenía más que el hábito; era un hombre de unos cuarenta años, de buen porte, mirada viva y tez sonrosada. Había servido en las fuerzas de Wellington durante la Guerra de España. Los agustinos en la villa poseían excelentes viñedos, y un padre de origen irlandés, era quien administraba la producción.
Llano de San Roque fue la primera denominación de la Plaza de la Constitución, tomando este ultimo apelativo en el año 1820.  En marzo de 1902, el ayuntamiento reforma la plaza ante el deplorable estado en que se encuentra la mayor parte del arbolado. En 1916 se construye el actual Kiosco de cemento armado, fue construido por don Nicolás y don Diego Álvarez, con la colaboración del maestro Granados y financiado por don Félix Reyes Martín. En 1917, se electrifica el Kiosco.
La aristocrática Villa de La Orotava vivió siglos atrás un enconado enfrentamiento social entre la oligarquía local, asentada en la Villa de Abajo, y las clases populares, residentes especialmente en San Juan del Farrobo, en la Villa de Arriba.
Durante la primera mitad del siglo XX esta dicotomía villera se escenificaba a diario de forma muy palpable en la céntrica plaza de La Constitución, también llamada de La Alameda o del Kiosco de la Música. Sucedía en aquel entonces que por el costado sur de la plaza paseaba la gente adinerada, mientras que los menos pudientes lo hacían por el costado norte, sin riesgo de mezclarse. Afortunadamente, los tiempos han cambiado y hoy puede afirmarse que la plaza de  La constitución es para La Orotava lo que la plaza El Charco para el vecino Puerto de la Cruz.
En el costado este, se encontraba el Hotel Victoria, el cual ocupaba la actual residencia de la tercera edad, antigua sede de la sociedad cultural del liceo Taoro.
Fundado en el año 1912 por don Eulogio Méndez Machado,  posteriormente fue dirigido por su heredero don Tomás Méndez. Poseía los más bellos jardines de Tenerife, que pertenecieron  a los marqueses de la Quinta Roja. El hotel Victoria tenía un huésped de excepción, un fotógrafo catalán de apellido Roda fotografiaba a todos los visitantes del jardín. El inmueble es del siglo XVIII, destaca su patio central por su elegancia original. A desaparecer el hotel, el inmueble fue vendido a la sociedad cultural del Liceo Taoro, y el Victoria pasó a ocupar una casa  en la misma calle de san Agustín donde estaba el comercio de “Tejidos Antonico” en calidad de fonda.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL



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