jueves, 3 de agosto de 2017

EL VIEJO Y EL MAR



Fotografía que remitió entonces (22/08/2012) el amigo desde mi infancia de la calle El Calvario de la Villa de La Orotava; ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA, en unos de sus viajes que realizó a la isla caribeña Cuba se entrevistó con Gregorio Fuentes (personaje inspirador de esta gran novela caribeña) en su casa de Cojimar (La Habana)

Es una historia escrita por Ernest Hemingway en 1951 en Cuba y publicada en 1952. Fue su último trabajo de ficción importante publicado en vida y posiblemente su obra más famosa.
Aunque la novela ha sido objeto de numerosas críticas, es considerada como uno de los trabajos de ficción más destacados del siglo XX, reafirmando el valor literario de la obra de Hemingway. La novela ha sido llevada al cine en numerosas ocasiones siendo la adaptación de 1958 protagonizada por  Spencer Tracy una de las más populares y conocidas.
En 1953 Hemingway recibió el Premio Pulitzer y el Nobel de Literatura al año siguiente por su obra completa.
El amigo y convecino de la calle El Calvario de la Villa de La Orotava  Ingeniero de Montes Isidoro Sánchez García en unos de sus viajes que realizó a Cuba se entrevistó con Gregorio Fuentes en su casa de Cojimar (La Habana), personaje en el cual se inspiró el recordado dramaturgo norteamericano Hemingway, para realizar esta importante obra EL VIEJO Y EL MAR, cuyo argumento está basado en la vida de un  pescador, ya anciano, que se encuentra en una época en la que recuerda su vida pasada con amargura ya que se encuentra falto de suerte y con las fuerzas muy reducidas para seguir con su labor. El joven que ha estado trabajando con él, hasta que sus padres se lo han retirado por su mala racha, sigue siempre dispuesto a ayudar, cuidar y aprender de la experiencia del viejo, a pesar de que con su nuevo patrón suele obtener abundante pesca.
Cuando los personajes están establecidos, nos adentramos en la aventura del viejo, que, tras 84 días sin lograr pescar nada, se adentra solo en el mar y finalmente encuentra un pez enorme, que solucionaría todos sus problemas, y que le devolvería la gloria de sus tiempos pasados. Tras mucho luchar y sufrir, consigue hacerse con el pez, que es incluso mayor que la propia barca. Durante toda su lucha, vemos como recuerda y echa de menos al joven que le ayudaba, y también recuerda sus épocas de joven.
Durante el camino de regreso a casa, el viejo se encuentra con multitud de tiburones, quienes poco a poco van devorando al pez, y lo van dejando sin carne.
Cuando el viejo regresa, el pez está totalmente irreconocible, los tiburones se han comido todas sus entrañas y ya no queda nada. A pesar del aparente fracaso, el viejo, gracias a su hazaña, recupera el respeto de sus compañeros y refuerza la admiración del joven que decide volver a pescar con él.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ  ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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