Maravillosa
estampa en el tiempo, tomada en el verano del año 1958, en el famoso Charco de
La Coronela en la playa Martiánez del Puerto de la Cruz, que me remitió
entonces (2015) mi amigo desde la infancia y compañero de pupitre en La
Academia Mercantil Atlántida; JOSÉ MARTÍN GONZÁLEZ (PEPE)..
Antes la cámara del tiempo, aparece la familia de La Villa de La
Orotava “Martín González”, disfrutando de aquella naturaleza, de aquella
limpieza y de la vida.
Era costumbre entonces, bajar a la playa de Martiánez desde la
Villa de La Orotava, en el estío, para disfrutar de lo natural y limpia playa
portuense. Se llevaba la merienda, se hacían colas tanto en la calle El
Calvario de la Villa, como en la esquina de la desaparecida Piscina de
Martiánez, para coger la Guagua de turno, además las familias se proveían de
casetas confeccionadas por artesanos ebanistas orotavenses, cubierta con tela
de los viejos colchones, así como casetas que se autoconstruían en la misma
playa con; palos, cañas y sabanas blancas.
De izquierda a derecha; Manolo Martín González, Susana González
Alonso (madre), Pepe Martín González (propietario de la foto), Mely y Carmen
Martín González.
El CHARCO DE LA CORONELA, en los bajíos
de Martiánez, nombre que se le atribuye al coronel anglosajón HUBBARD, coetáneo del también coronel Wethered,
natural del condado de Buckinghamshire, casado en 1863 con Frances Alice
Ellison, socio principal de la Cervecera: Thomas Wethered & Sons Ltd
establecida desde el año 1775, y ubicada en High Street, Great Marlow, que dejo
sus obligaciones laborales a los cincuenta años para viajar y conocer los
Estados Unidos de América, la casualidad hizo que el barco realizara una escala
en Tenerife con tiempo suficiente para transitarla y decidir que se
establecería a su vuelta de forma definitiva. El primer paso que dio fue
convertirse en accionista del proyectado Gran Hotel Taoro. Y la construcción de
su Palacete El Robado, desde 1892-93 y terminada entre 1897-98, con una
arquitectura tradicional victoriana de finales del siglo XIX, diseñada por
el arquitecto inglés Mr. Franey.
La señora e hijos del mencionado coronel
anglosajón HUBBARD, transitaban el
mencionado lugar para sus baños de mar diarios. Esto hizo que ese famoso Charco
se le conociera por LA CORONELA.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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