Fotografía de una panorámica de la Playa de Martiánez al principio del
siglo XX, donde observamos el inmenso platanal que cubría el Llano y el
edificio de madera de estilo inglés denominado Thermal Palace ubicado en el
mismo entorno de la Playa. También vemos los tarajales que a lo largo y ancho
cubrían y ensombrecía el camino de San Telmo.
El amigo del Puerto
de la Cruz; BERNARDO CABO RAMÓN remitió entonces (26/02/2013) estas notas que
tituló: ¿POR
QUÉ NO SE REALIZÓ EL PUERTO MARÍTIMO DE MARTIÁNEZ?: “... La revista CANARIAS que se publicaba en Madrid, en el nº 4
correspondiente al 19 de mayo de 1863, se publica un artículo del tinerfeño
Florida “EL PUERTO DE LA CRUZ DE LA OROTAVA” El muelle del Puerto de la Cruz,
no hay ni vestigios de él, solo se encuentra un mal desembarcadero. No es
puerto, no es rada, no es bahía, su nombre es casi un escarnio, una burla.
Propone la creación del muelle, con base en un arrecife natural que se
introduce en el mar 500 metros, que serviría de cimiento. Cita el proyecto de
Martiánez hecho en febrero de 1857 por don Nicolás Benítez de Lugo, que cedió
sus estudios y planos al Gobierno en 1858. Y las reiteradas exposiciones de los
vecinos del Puerto de la Cruz, la última en 1860. Hay súplicas a la Reina
hechas por los Alcaldes del norte de la Isla de Tenerife con fecha 20 de julio
de 1859 y 1860, sobre la construcción de un muelle en el Puerto de la Cruz.
En 1865 el Ayuntamiento regido nuevamente por don
Tomás Fidel Cólogan Bobadilla, renovó nuevamente la solicitud para llevar a
cabo la construcción del Muelle de Martiánez, cuyo expediente se remitió
nuevamente para Madrid en el correo Almogover, que salió el 23 de Julio. Esta
noticia fue publicada en el Periódico EL GUANCHE del 3 de Agosto de 1865. Este
fue segunda oposición de construcción del puerto de Martiánez del Puerto de la
Cruz.
El 28 de Marzo de 1906 estaba prevista la visita de
S.M. Alfonso XIII al Puerto de la Cruz, su Alcalde Melchor Luz y Lima recomendó
a la población para este día, que en los adornos de las casas, arcos que se
levantasen en las calles o plazas, cortinas, pancartas, alfombra de flores y
cuantas manifestaciones se hagan a S.M., aparezca siempre una mención al puerto
de Martiánez, a fin de exteriorizar por todos los medios posibles los deseos
unánimes del vecindario y hacer patente esa aspiración latente desde hace más
de treinta años.
El Rey Alfonso XIII en compañía de su hermana la
Infanta Mª Teresa de Borbón y Habsburgo, Princesa de Asturias y el Infante
Fernando María de Baviera y Borbón, su séquito Álvaro de Figueroa y Torres,
conde de Romanones como Ministro de la Gobernación. General Agustín Luque y
Coca, Ministro de la Guerra. Eduardo Cobian Roffignac, Ministro de Marina, y
demás autoridades. Hacen su entrada en el Puerto de la Cruz por el camino del
Botánico, bajan por la calzada de Martiánez, Calle Valois, y Esquivel hacen su
primera parada en la Plaza de la Iglesia y visitan la Iglesia de Nuestra Señora
de la Peña de Francia, Luego continúan por la Calle Quintana, San Juan, Iriarte
Blanco, Plaza del Charco, La Marina y Santo Domingo. Segunda parada en el
Penitente, reanudan la marcha nuevamente por la Calle Zamora, Valois hasta
tomar el camino del Hotel Taoro (que en estas fechas se llamaba Humboldt).
Durante todo el trayecto las gentes le saludaban y
vitoreaban, S.M. el rey sonriente, y puesto en pie en el coche de caballos les
devolvía el saludo con los brazos a los reclamos del gentío.
Una vez en el Hotel Taoro la corporación Municipal con
su Alcalde al frente, don Melchor Luz y Lima, les ofrecen un almuerzo, al
termino del mismo el Sr. Alcalde le expone todos sus proyectos y anhelos para
este Puerto de la Cruz y comarca, tales como el muelle de Martiánez mostrándole
el proyecto del mismo, para suplir el obsoleto muelle existente. El tranvía
Santa Cruz Valle de La Orotava, que desde principios de siglo había movilizado
a intelectuales, comerciantes, hoteleros y exportadores agrícolas de la zona
norte.
La comitiva toma nuevamente los coches de caballos
dando por concluidas la visita al Puerto de la Cruz.
Una vez en Madrid los ministros del séquito habían
regresado dispuestos a trabajar por las Islas Canarias. Ignoraban que
estuviesen tan abandonadas. El sábado siguiente de su llegada, se celebro un
consejo de Ministros, donde el Conde de Romanones porta una memoria relativa al
viaje a las Islas Canarias en la que se hace referencia a las más de doscientas
peticiones dirigidas a su majestad durante los días de visita.
Tras la visita de S.M. Alfonso XIII el 28 de Marzo de
1906, el Ayuntamiento presenta el proyecto a las cortes de Diputados. Lo que
parecía podría convertirse en realidad la construcción del puerto en la zona de
Martiánez. Se adjudicaron presupuestos e incluso se solicito permiso para
iniciar la obra, sin embargo, el informe desfavorable emitido por la Junta
Consultiva del estado Mayor Central, provoco la paralización del proyecto a
mediados de 1909. Estas promesas y proyectos, se quedaron en los gabinetes
ministeriales.
El Puerto de la Cruz, El Valle de La Orotava y el
norte de Tenerife una vez más perdieron el tren del desarrollo portuario para
dar salida a la producción agrícola y comercial. Este fue el último y
definitivo intento de construcción del entonces muelle de Martiánez.
A partir de aquí todos los esfuerzos se encaminaron
hacia el acondicionamiento del Muelle del Penitente por iniciativa privada d la
casa inglesa FYFFE, en la actualidad totalmente no operativo desde hace más de
setenta años...”
El amigo del Puerto de la Cruz,
Catedrático de La Universidad de La Laguna; ANTONIO GALINDO BRITO, remitió entonces (26/02/2013)
estas notas: “…Enrique
Hidalgo Vizcarrondo descendiente de la familia Hidalgo del Puerto de la Cruz tiene
un detallado plano para la construcción de un muelle en el Puerto a finales del
siglo XlX. Está hecho con todo lujo de detalles y no es un boceto sino un
auténtico proyecto…”
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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