sábado, 1 de abril de 2017

ORÍGENES DE LOS COROS Y DANZAS DE LA SECCIÓN FEMENINA DE LA VILLA DE LA OROTAVA (I)



Fotos de los entonces futuros Coros y Danzas de la Sección Femenina de La Orotava, correspondiente al año 1958, en el patio de la antigua sede del Liceo Taoro de La Orotava, preparándose para actuar en la Romería de San Isidro de ese año. Publicada en el Diario de Avisos digital, en la Sección de La Orotava por el amigo y convecino Rafael Gómez León.
De pie de izquierda a derecha de arriba abajo, primera fila; Manolo Cabrera (fallecido), Fina Fabrellas, Juan José González de Villar, Jaime Delgado Luis (fallecido),  Adalberto Trujillo Luis, Cándido León Cabrera, Javier Cruz González “El Pinto”, Manolo Sánchez Perera, José Manuel Lima, Julián Alberto, y Agustín Regalado “El Gigante” (fallecido). Segunda fila; Carmita Perdomo, Anita Ponce, Chicha Ojeda, Carmita Morales, y Milagro Méndez Pérez (fallecida). Tercera fila, agachados; Toya Dorta, Concha Machado y Carmita Ojeda.

Los Coros y Danzas de la Sección Femenina de la Villa de La Orotava desarrollaron una importante labor dentro y fuera de Canarias. Tiene su comienzo definitivo como Coros y Danzas, precisamente en el año 1960 (50 años 2010) a partir de que toma la dirección artística don Leoncio Estévez (aun sin reconocer su personalidad por el pueblo de la Orotava), puesto que a partir del año 1957, que se fue formando con antiguos miembros de la Agrupación Juvenil del orotavense don Gustavo Dorta Hernández (aprendió los bailes típicos regionales de Tenerife, con La Agrupación de Pulsos y Púa “Eslava”, que rescató para La Orotava a través del santacrucero don Aníbal Pérez), participo en la romería de San Isidro de la Villa de La Orotava de forma instantánea e informal, pero cuando realiza su debut oficial como Coros y Danzas, fue en el año 1961 (50 años en el 2011), que viaja a Madrid para participar en un festival de bailes regionales de la Sección Femenina de la capital del reino. Entonces un grupo de jóvenes orotavenses pudieron viajar en barco a través de la ciudad de Cádiz y en tren hacía Madrid, para participar en el año 1961, en un concurso celebrado a nivel Nacional, en el teatro de María Guerrero de la capital de España.
Destacar dos figuras importantes en la música y en el cante del folclore canario; Juan José González Villar (músico) y Javier Cruz González "EL PINTO", el primero que poseía y aun lo mantiene, un excelente oído para afinación y registro de la música de pulso y púa, en la actualidad vive en la soledad en el Barranquillo, todos los años sus amigos le ofrecen un homenaje intimo en los guachinche de la Villa, pero para mí y para muchos orotavenses merece mucho más. El segundo entonces poseía una gran voz tanto es así que en el concurso celebrado en Madrid, en el teatro de María Guerrero. La directora general de los Coros Señora Maruja San Pelayo, le dijo que tenía poca voz, que se asomara por las cortinas del escenario y observara el tamaño del teatro madrileño, pero sorprendentemente Javier actúa con su magistral aullido, le oye la Señora San Pelayo, asombrándose del sonido y la voz genial del orotavense.
A lo largo de la década de los años sesenta del siglo XX, participaba en el concurso folclórico que se celebra en el Teatro Guimerá de la Capital Tinerfeña por las fiestas de Mayo, lo que se consideró durante varios años el grupo imbatido en el citado certamen.
Otra de las personas que merecen estar en el Pódium de los inolvidables Coros y Danzas orotavenses es el fallecido Manuel Cabrera Estévez (Manolo). Su mayor misión fue con EL GRUPO DE COROS Y DANZAS DE LA SECCIÓN FEMENINA LOCAL, donde era Jefe de Baile, y donde realizó una excelente labor de tres meses en la recordada FERIA MUNDIAL DE NUEVA YORK EN EL AÑO 1964, además fue profesor de baile del folclore canario y uno de los defensores de los bailes típicos de la región y del traje de mago de La Orotava.
Ya en el mes de abril de 1964 (50años en el 2014), asiste a la Feria Mundial de Nueva York, pasando más de tres meses en tierras americanas difundiendo el folclore canario.
A través de las cartas de mi hermana Fina recuerdo los acontecimientos del grupo en la ciudad neoyorquina. Lo curioso de este acaecimiento, es que la gran ciudad de Nueva York, fue por tres meses habita del famoso traje típico de la Villa de La Orotava, evento que hasta la fecha no se ha repetido jamás y será difícil repetirlo, pues ninguno de los grupos folclóricos de la Villa lo utiliza, ni en la Romería de San Isidro incluso.
Participa en el III Festival Internacional de Murcia y en el Festival Internacional de Rabat, Marruecos y ASTA en 1974 en Montreal, Canadá. También en numerosos programas de televisión como Caminos y Canciones o el popular Un, dos, tres de TVE y un largo etcétera. El grupo es protagonista en numerosas promociones turísticas de la isla de Tenerife en España y Francia.
A finales de los años setenta realizan un montaje denominado, Ballet Canario, en la que interpretan obras de Teobaldo Power, Los Sabandeños y Chincanairos con un vestuario que diseñó Roberto Carpio, ex director de los Ballets Nacionales y Director Dramático. El grupo de coros y danzas de La Orotava interpretó en 1977 este ballet en el Palacio de Deportes de Madrid, dentro del Festival denominado Noches de España.
El grupo de Coros y Danzas tuvo numerosos reconocimientos durante su larga andadura. Cabe destacar la Placa de bronce al Mérito Turístico de Tenerife, Placa del Festival Mundial de Luchas Folclóricas, Peñón de Plata del Puerto de La Cruz o la placa del Festival Internacional del Mediterráneo, y así, un amplio abanico de reconocimientos que harían interminable esta pequeña semblanza histórica de este grupo folclórico orotavense que durante décadas mantuvo viva la ilusión de grupos de jóvenes por mantener el folclore isleño.
Lo más importante del grupo en su historia, es la defensa a ultranza del traje típico de la Villa de La Orotava, en todo sus sentidos, gracias a la gran labor altruista que desempeñó en aquellos añosdoña Ofelia Díaz Fernández licenciada en filosofía y letras y jefe de la Sección Femenina de La Orotava, fallecida en la ciudad de Oviedo (Asturias) donde residió los últimos años de su vida con sus familiares, persona que la Villa de La Orotava está en deuda, por sus meritos de erradicar el analfabetismo en la parte alta y su defensa del folclore, a través del tipismo que legó a la Villa la extinguida y recordada dama doña Catalina Monteverde de Lugo.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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