El
amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces
(01/07/2017), estas notas que tituló; “UNA NUBE DE HIELO PARA EL TEIDE”: “…Pasó la Nube de hielo, con sus lágrimas y todo, y “el celoso centinela,
con sus siete carabelas” seguía allí. Siempre estuvo. Y siempre estará, o eso
creemos.
Licencia
para la nostalgia en el Liceo Taoro de La Orotava. Pero también performance
modernista para conmemorar el décimo aniversario de la Declaración del Teide
como Patrimonio de la Humanidad. El Club
Canarias en Hora (CEH) subió y bajó en un acto difrente para darse a
conocer en Tenerife: las impresiones y los argumentos se habían desgranado con
generosa fluidez para dar paso a los acordes de Benito Cabrera y a la voz de
Santiago Melián con la Nube de hielo que
inevitablemente emociona.
Es
el título del documental producido por Canarias
en hora, el digital que dirige Pedro Guerra, quien estuvo acompañado por
todo su equipo, desplazado expresamente desde Gran Canaria. Acreditaron
sobradamente la apuesta en busca de una comunicación alternativa o
complementaria en territorio vecino (ahora que el virus del insularismo inocula
con fuerza, estas cosas se agradecen). El periodismo de hoy y de mañana se abre
paso en busca de un nuevo modelo de negocio y Canarias en Hora ya ha presentado sus cartas credenciales.
Allí,
en el gran salón del Liceo, con una plataforma sobre cuyas cuatro esquinas se
situaron Marisa Tejedor, ex rectora de la Universidad de La Laguna y ex
consejera de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías del Gobierno de Canarias;
Pilar Parejo, ex viceconsejera de Turismo del ejecutivo autónomo y viuda de
Adán Martín, su presidente en el momento en que fue aprobada la Declaración;
Isidoro Sánchez, ingeniero de montes, ex
director del Parque Nacional del Teide y ex eurodiputado); y Alberto Bernabé,
consejero de Turismo del Cabildo Insular de Tenerife, allí, bajo la sobria
moderación de Sonia Pagés (todo el tiempo de pie), expusieron sus visiones
científica, histórica, evocadora, analítica y hasta anecdótica.
En
torno a la plataforma, las mesas redondas donde invitados y amigos se sintieron
cercanos. Y al fondo, las pantallas para estar atentos a los gestos y a la
proyección del documental, segunda parte del acto. Bueno, y a las
intervenciones de anfitriones desde un discreto atril, ubicado entre las mesas,
detrás de la plataforma. En síntesis, un formato distinto al de este tipo de
actos.
No
fue debate propiamente dicho. Por eso, Sánchez, tras explicar brevemente la
génesis del Parque, el tercero de España después de Covadonga y Odesa, relató
el brindis que obligó a reabrir una bodega la noche en que Milagros Luis Brito,
entonces viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, comunicaba
desde Nueva Zelanda la noticia de la victoria. Y Tejedor desmenuzó la tipología
y las características de los suelos tras la erupción, mientras esos mismos
suelos le siguen hablando de juventud, de recuerdos y de análisis. Y Bernabé
habló de los retos “del icono natural por excelencia”, como definió al Teide y
como englobó la proyección de su parque, para estudiar 'en serio' la capacidad
de carga. Y Parejo aludió a la gran responsabilidad que significaba el cuidado
y la proyección del viejo gigante, hasta el punto de tener que discutir con
Manuel Durbán, el conservador, la utilización de los helicópteros para retirar
los escombros de las obras de remodelación del refugio de Altavista.
Hablaron
del ingeniero Ortuño, de la ley que impedía la extracción de piedra pómez, de
la elevadísima riqueza científica del Teide, del reto que significa el
equilibrio cuando hay más de cuatro millones de visitantes y quinientos doce
mil usuarios del teleférico y del carácter marginal que aún sigue teniendo el
avistamiento de estrellas, teóricamente más atrayente que la excursión
convencional.
Y
el presidente del Cabildo, Carlos Alonso; el alcalde de la localidad, Francisco
Linares; y el director de Canarias en
Hora, Pedro Guerra, pusieron de relieve el simbolismo, la gratitud, la
marca educativo-cultural y el propósito de la exaltación aprovechando que se
cumplían diez años de aquella Declaración.
El
documental Nube de hielo, con
múltiples testimonios, incluido el de cuatro campesinas que dialogaban
animadamente junto a uno de los pajales, y con el Himno al volcán del insigne poeta grancanario Tomás Morales, fue
seguido con máxima atención. Los acordes de Cabrera, la voz de Melián envolvían
una paisajística singular.
Las
emociones rubricadas con aplausos. Cuando terminó, el celoso centinela seguía
allí…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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