El buceo es el acto por medio del cual el hombre se sumerge en cuerpos de
agua, ya sea el mar, el Puerto de la Cruz su popular Barrio de la Ranilla está
o mejor dicho estaba poblado de muchos buceadores, de ello destacaríamos a
Lázaro un impresionante buceador número 55 del Puerto de la Cruz, que en
contexto era extraordinario verle bucear pues resistía como pocos portuenses en
particular y canarios en general.
Aquí le vemos con un señor turista, lo que es un ranillero y un extranjero,
claro que el negocio del pescado se celebraba aquí, precisamente en la
desaparecida y popular Lonja portuense, fabricada de madera artesanal estilo
canario de arcos de medio punto, tal como la vemos a su espalda que era de
color verde monte.
El amigo del Puerto de la Cruz catedrático de la Universidad de La Laguna; ANTONIO
GALINDO BRITO, remitió entonces (27/12/2013) estas notas: “…Lázaro junto a otros portuenses recolectaron algas
marinas para una empresa creo recordar que francesa. No sé el nombre de la
empresa y se rumoreaba que era con fines medicinales. Lázaro era un prodigio de
fortaleza física y era capaz de resistir buceando mucho más tiempo de lo
normal. También recuerdo la enorme cantidad de algas que se acumulaba en San
Telmo en cuya terraza había un secadero de algas lo mismo que en el Penitente.
Mirando con cuidado la foto detrás
de Lázaro, junto a la pescadería me parece ver a Vicente (el Choli sino me
equivoco) que tenía una tienda en la calle del Lomo, frente al Museo
Arqueológico.
Claro que me acuerdo Antonio Pérez
Carballo. La venta daba a las dos calles que tu cita y al lado de la venta
vivía el practicante D. Roberto Galloway, que ponía las inyecciones en una
pequeña habitación que daba a la calle. Me parece Antonio que tú tienes más de
20 años lo mismo que yo…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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