El amigo desde la infancia de la Calle
El Calvario de la Villa de La Orotava; NAZARIO HERNÁNDEZ GARCÍA “CHILE”,
remitió entonces (02/12/2013) estas notas que tituló; “EL
BELÉN” “...El reloj que camina, / es el corazón del tiempo.
(Dulce María Loynaz). Y La Orotava, fiel a sus tradiciones, ha hecho
acopio de este pensamiento de la insigne poetisa cubana y nos ofrece, de una
manera exacta y escrupulosa, las fiestas navideñas en que la Iglesia nos
recuerda e invita a su celebración. Es el más importante y trascendental
acontecimiento en nuestra vida religiosa. Y cuando ya se va acercando el tiempo
de adviento, cuando los corazones van sintiendo de cerca la presencia de ese
espíritu navideño y lo podemos palpar y casi tocar por su proximidad, nuestras
vidas y deseos sufren una transformación y la paz interior que disfrutamos nos
ayuda en nuestra felicidad. Se abren los corazones y a través de tantas
manifestaciones de amistad y comprensión se expresan de distintas maneras.
Regalos en agradecimiento por favores recibidos y tantos motivos que
engrandecen nuestras vidas y brota la alegría y florecen los cantos en recuerdo
del hecho tan sublime que celebramos y tantos y tantos recuerdos que nos
invaden. Canta Ariel Ramírez en su Navidad nuestra "Capullos que se hacen
flores y se abrirán en Navidad". Las campanas de las iglesias cantan
alegres y jubilosas, los villancicos hasta nos ayudan y aumentan nuestra fe. Y
esa fe, nos transporta y sitúa en aquel siglo XIII cuando San Francisco de
Asís, tuvo la feliz idea de recordar y representar el nacimiento del Niño
Jesús, haciendo que en todo hogar cristiano, se manifieste, por medio de
figuras, tal feliz suceso, hasta nuestros días en que esa manifestación de
religiosidad se ha hecho tan popular. Todo ello, ha traído una preciosa
costumbre y nos atrevemos a asegurar que son muy pocas las regiones en que este
hecho no se celebre. Y surgen por doquier calles, plazas, locales cerrados,
etc. que son aprovechados por sus dueños para la confección de tales recuerdos.
Y como es natural, La Orotava no se ha olvidado de tal manifestación artística.
Y por sus calles suenan los alegres cantares de sus villancicos y piezas
musicales en honor de tan fausto acontecimiento.
Son muchos los que se confeccionan en la Villa y es
tarea ardua y casi imposible referimos a todos.
Nos causó una grata impresión el que confeccionó la
Sociedad Liceo de Taoro, dentro del adorno general de su sede social. Es de
estilo hebreo tradicional y se encuentra en un rincón que se autodenomina
"Rincón de los Reyes Magos" en el que se ofrece el cofre de la
ilusión donde se guardan el oro, el incienso y la mirra junto con la Estrella
de Belén, de donde caen los regalos por su estela. Ramas secas de donde brotan
la vida y el cantar de los pájaros sobre el cuerno de la abundancia. Nos
sorprendió sobre manera, los escalones de piedra que conducen al lugar donde
descansa el niño Jesús en brazos de su madre. Unos ángeles tañen sus
instrumentos musicales en su honor, sentados en los escalones formados por
pequeñas losetas, casi minúsculas, que fueron encontradas en un depósito del
edificio que se utilizaron allá por el año 1925 en la construcción de esta casa.
Otros materiales utilizados son corcho blanco, papel, cartón, cola blanca,
escayola, colorantes, agua, corcho en corteza, ramas de eucalipto, trifel,
gisofila (lluvia blanca).
En la antigua sede del extinto Banco Exterior, en
plena calle Calvario, nos encontramos con otra joya belenística. Basada en la
arquitectura tradicional canaria con la representación de usos y costumbres
rurales tales como utensilios de labranza y de procesados como lagares,
aljibes, molinos de agua, medios de transporte de tracción animal, según nos
explica el folleto confeccionado por sus autores que con sumo acierto explica
los detalles de su confección. Me causó profunda admiración el tejado canario
por su belleza y amplio trabajo. Creo que contiene unas 28.000 tejas diminutas.
Es un complejo muestrario de la arquitectura canaria. Balcones exteriores e
interiores, ventanas, puertas mostrándose también las diferencias que existen
entre la casa rural y la casa urbana. Así encontramos en la rural esos amplios
espacios que se instalan en las traseras, a manera de amplios patios, donde
encuentran todos aquellos instrumentos usados en la labranza. Los caminos de
piedras por donde transitaban los rebaños.
Lagares en los patios resguardados de las inclemencias
del tiempo también por tejados típicos y las casonas de la villa con sus
fuertes y robustas columnas de madera, que sustentan el peso del edificio y que
descansan apoyados en amplios cojinetes también de madera. Están presentes los
oficios, las eras donde se almacenaba el trigo para su posterior trilla y las
rutas del agua, aquellas que servían de fuerza motriz para mover las piedras,
pesadas piedras de los molinos.
Me causó profunda nostalgia el recuerdo de las
destiladeras que, amparadas en la sombra mantenían el frescor del agua.
Los personajes muestran la riqueza de la vestimenta de
la época. Cuantos recuerdos y cuanta nostalgia nos producen ver todo. Es como
contemplar un mundo distinto al actual, donde están guardados los recuerdos de
esa época. Y del Liceo de Taoro pasando por la calle Calvario nos vamos a la
calle de La Carrera" frente al edificio del Ayuntamiento, nos encontramos,
entre un montón de artículos de ferretería, todos de primera calidad,
escondido, como están todos los tesoros, celoso de su riquezas, con otro portal
también de estilo "villeron con la riqueza ornamental de la Plaza de La
Paz y su Parroquia de San Isidro. Nos habla su autor de su sana afición por la
construcción de estas obras de arte que tanto enriquecen la Navidad de La
Orotava y que tiene ya una antigüedad aproximada de cinco años en estos
menesteres. El hecho de recrearse esta vez en esta zona de La Orotava, ha sido
por la elegancia del edificio que alberga a la parroquia y porque ese lugar
emana belleza y amplitud de espacio. Todo está realizado con materiales ligeros
predominando el corcho blanco, mostrándonos sus figuras la originalidad del
traje típico villero, tanto en el personaje masculino como femenino. Aparte de
las faenas del campo canario, nos muestra abundancias de edificación típica, rodeadas
por amplias calles con exquisitos adornos florales. Y aquel personaje que tanto
llegamos a conocer y nos hizo disfrutar, en nuestra niñez, como era la
elevación de cometas confeccionadas por finas cañas y más fino papel sujetas a
una fina hilera. Piedras de la calle, la cruz en la pared de la casa
generalmente de color verde recrean todo el aroma y sabor canario del lugar.
Hay un motivo poco común en estas edificaciones como es mostrar cómo eran los
interiores de las casas, con sus comedores y muebles que fueron orgullo de los
carpinteros de la Villa. Todo el montaje de esta reliquia ha llevado un tiempo
que no me atrevo a fijar, pero que calculo en ocho o diez meses de principio a
final. Un fiel y exacto retrato de La Orotava, con toda su belleza.
Saltamos las aceras y nos metemos en la plaza del
Ayuntamiento, tan querida y acertadamente aprovechada por la gente de La
Orotava. Es el corazón del pueblo, no porque allí esté instalado el edificio
del Ayuntamiento, auténtico museo de arte, sino que en tan extenso lugar se
realiza, cuando las campanas de La Concepción, allá por el mes de junio, cantan
el himno eucarístico, tan familiar a la Villa, el Tantum Ergo, en su fiesta
principal del Corpus Christi. Hoy, en Navidad, esta plaza se transforma en un
gigantesco portal, como fue en aquellos tiempos lejanos la ciudad de Belén. Y
sus viejas losetas grises, soportan ahora, no el peso de las tierras de Las
Cañadas del Teide, sino la gloria, el perfume y la alegría del nacimiento
glorioso del hijo de Dios. Todos sus bellos rincones se transforman en una
gigantesca plaza de mercado protagonizado por esos personajes y edificaciones
de origen persa, que nos hacen ver en la más exacta realidad. Cómo fueron estas
afortunadas y sagradas tierras, donde nació el hijo de Dios.
Personajes que transitan por toda su extensión y que
producen admiración en los mayores e inmensa alegría en los más pequeños y que
en la noche mágica de reyes, sus majestades los Reyes Magos, nos sumirán a
todos, grandes y pequeños, en el sueño más glorioso y esperanzado, repleto de
ilusiones, amor y esperanza.
Arriba, en lo alto de la escalera, nos espera el amor
que derraman la bondad, la alegría, la esperanza, que proclama los rostros de
san José y la Virgen Madre de Dios.
Ojalá que nuestros corazones derramen todo el amor y
cariño que llevan dentro. Y que todos los portales y tesoros que la Orotava
encierra, nos sirvan para una vida fructífera, llena de amor y comprensión...”.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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