domingo, 26 de noviembre de 2017

FELIPE LÓPEZ, EL MAESTRO



Fotografía (óleo a color) y notas del libro biográfico de José López y Felipe López, regalo de mi prima hermana Pilar Álvarez Espejo y su Marido Tito Méndez (comercial palmero) ambos residentes en Santa Cruz de la Palma.

Nacido en Santa Cruz de La Pal­ma el 29 de octubre de 1909, hijo de Damián López Sánchez, músi­co militar, natural de Leganés (10 de Septiembre de 1885, Madrid), destinado a Santa Cruz de Tenerife (Noviembre de 1903, Regimiento de Infantería Canarias n° 1) Y pos­teriormente al Batallón de Cazado­res de La Palma n° 20 en 1906, y de Antonia Rodríguez Gutiérrez, que lo fue de la capital de La Palma.
Heredó la afición de su padre y de su abuelo, Don Damián López Sánchez (Jaén, 5 de Junio de 1859 - Alicante), Músico Mayor del Ejér­cito, quien desarrolló una amplia actividad en Filipinas y Marruecos español (Melilla).Destinado en Fili­pinas en 1895, en Cavite y Manila, en el Regimiento de Línea Magalla­nes, participó en la defensa de Manila el Manila el 13 de Agosto del 98.
Felipe López Rodríguez manifestó des­de joven muy buenas cualidades para el estudio y la interpretación musica­les, particularmente en el piano, bajo la tutela de su padre, el músico militar Don Damián López Sánchez, clarinete 10 y compositor, y de otros músicos y directores de la Banda del Batallón de La Palma, especialmente Don Sebastián Cabezas Ramos.
Fue uno de los más entusiastas creadores, junto con Don Elías Santos Rodríguez, de la Masa Coral de Santa Cruz de La Palma, participando activamente en el primer concierto que esta señera institución celebró en el Circo de Marte el Viernes 15 de Julio de 1927, formando parte de la Orquesta de dicha agrupación, actuando en los "Conciertos del Jueves", de excepcional calidad, entonces y hoy, y que hicieron a la Masa Coral muy popular en La Palma y fuera de ella, fructífera colaboración que mantuvo hasta su marcha a Madrid en 1928 y que reanudó con más bríos y conocimientos a su regreso en 1933.
En 1928, a los 19 años, sin ninguna ayuda oficial y a expensas de su fami­lia, marchó a Madrid para estudiar la carrera de piano y composición en el Real Conservatorio Superior de Música y Declamación. Su estancia en Madrid fue sumamente importante para su formación musical, formán­dose con sobresalientes personalidades del ámbito musical, como Don Joaquín Larregla, Don José Cubiles o Don Manuel de Falla. En el con­cierto de fin de curso de su promoción, ejecutó varias interpretaciones al piano ante los monarcas Don Alfonso XIII y su esposa, Doña María Eugenia de Battemberg.
El advenimiento de la II República en 1931, le coge en Madrid reali­zando el servicio militar, incorporado al Regimiento de Infantería n° 31 de aquella plaza, en la que tuvo que actuar como retén militar durante la quema de los conventos de los días 11 y 12 de Mayo de 1931. Los aza­rosos y "movidos" años del Madrid republicano los vivió Felipe López vibrante e intensamente, actuando como músico en ciento de activida­des, tanto culturales como políticas, sin haber estado afiliado jamás a un partido político. Pero la participación, siempre como pianista contratado, en relevantes actos políticos, algunos de izquierdas, estuvo a punto de costarle muy caro al producirse la Guerra Civil, ya de regreso en La Palma. Contaba a sus hijos que en cierta ocasión vio un anuncio en el Sindicato de Músicos solicitando un pianista para un mitin del PSOE, por el que pagaban unas veinticinco pesetas y, evidentemente, no se lo pensó dos veces. Fue a tal acto y participó en él como pianista. Al día siguiente la portada del periódico "El Socialista" publicaba en primera plana una fotografía del mitin y en ella aparecía el joven Felipe López al piano rodeado de toda la plana mayor de dicho partido. Ese periódico llegó a La Palma y "alguien" tomó nota. Cuando se produjo el golpe militar de 1936, sirvió para acusarle de "rojo socialista", lo que entonces se pagaba con la vida.
Se vio obligado a regresar a su ciudad natal en 1932, ante la grave enfermedad de su madre, teniendo que abandonar muchos y queridos proyectos, como la ofer­ta para la dirección de la orquesta del Teatro María Guerrero o la dirección de la Banda Municipal de Ma­drid, proyectos truncados para siempre por la terrible Guerra Civil que comenzaría años después. Siempre le quedaría al Maestro aquella "magua".
Entre 1934 Y 1936 participa activamente en la vida cultural de su Isla, dirigiendo entonces el conjunto de cuerda de la Agrupación Cultural Proletaria "Octubre" y su querida "Agrupación Juventud Ideal", a la que con anterioridad ya había dirigido, como queda dicho.
Felipe López, después de ejecutar el Himno de la Agrupación (letra de P. Mendoza y música de Antonio Ortega Rodríguez), interpretó los cadenciosos aires de nuestra tierra", refiriendo un apoteósico acto literario-musical celebrado en el Circo de Marte el sábado 28 de Marzo de 1936, en el también intervino la Orquesta López, ejecutando una selección de cantos regionales de Don Damián López Sánchez, padre del Maestro López. El éxito fue tal que este acto tuvo que repetirse el lunes siguiente.
Posiblemente, su condición de músico le salvó la vida en aquellos duros años de la Guerra Civil. De Tenerife fue destinado a Marruecos al Batallón de Cazadores del Se­rrallo n° 8 (Tetuán, Xauen, etc.), en Agosto de 1938, y no marchó al frente de guerra en la Península al convertirse en indispensable organista de las Monjas de la Caridad, que le mantuvieron perpetuamente en "baja médica". En esta época hizo la letra y la música del Himno del Batallón del Serrallo n° 8, en el cual servía, hecho que tuvo eco en la prensa local: "Un canario que destaca. Según noticias que nos llegan de nuestra zona del Protectorado de Ma­rruecos, nuestro paisano, el pianista don Felipe López, ha obtenido grandes triunfos, con la preparación de di­versos festejos para celebrar la "Fiesta de la Patrona del Arma de Infantería". Dicho paisano que sirve en uno de los Cuerpos de Guarnición en aquella plaza, organizó un cuadro artístico y una agrupación de cuerdas, que llamó mucho la atención, habiendo sido felicitado por los Jefes y Oficiales de su Unidad. Enviamos nuestra fe­licitación a sus padres, residentes en ésta y nos agrada sobremanera que nuestros paisanos dejen bien puesto el nombres del terruño" (Diario de Avisos, 1938).
Exponente de lo dicho es que jamás permitió a ninguno de sus cinco hijos, todos varones, afiliar­se a ninguna de las organizaciones juveniles de Falange Española o del Movimiento Nacional, y siempre estuvo "marcado" por los falanguitas palmeros. Muchos años después de su prematura muerte, uno de sus hijos encontró en el archivo policial de S/C. de La Palma su petición, enton­ces obligatoria, para la prórroga del servicio militar por estudios universitarios; al dorso de la misma aparecía escrita a mano y lápiz la siguiente anotación:"Ojo: su padre fue directivo de la Agrupación Octubre, de marcado carácter izquierdista". Yesto sucedía en 1966, ¡Veintisiete años después de la guerra!
Establecido en su ciudad natal llevó a cabo una meritoria labor de enseñanza y difusión de la música en unos años difíciles, en los que era imposible contar con ayudas económicas de en­tidades estatales o locales, pero sembró buena semilla en la juventud palmera. Fundó y dirigió como ya quedó expuesto las bandas de música del Frente de Juventudes (1939- 40), Y la "Santa Cecilia" (1952), así como sus respectivas "academias" de música, gratuitas, de la que saldrían la gran mayoría de los músicos de la Isla de La Palma…//…

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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