martes, 21 de noviembre de 2017

MARÍA NÉLIDA SARMIENTO SUÁREZ



Nació en Moya en noviembre de 1949 y falleció en La Villa de La Orotava veinticinco años más tarde, en noviembre de 1974, le gustaba mucho el otoño. Vio la luz en el norte de Gran Canaria y se marchó a los cielos en "Los Altos" de La Orotava, en el norte de Tenerife, al pie del Teide.
Fue en un barranco de la zona de medianías, en Benijos, donde la bruma hace sopanda junto a esa alfombra volcánica que se desparrama desde las cumbres de la isla hasta el mar atlántico y que según el amigo de la infancia de la Calle El Calvario de La Orotava; ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA: “…tanto le llamó la atención a una poetisa cubana, Dulce María Loynaz, cuando recorrió Tenerife en los primeros años de la década del 50 del siglo XX. Como le sucediera a María Nélida, años más tarde, que le gustaba viajar en coche desde la universitaria ciudad de San Cristóbal de La Laguna hasta "Los Altos" del Valle y, en particular a Benijos, en compañía de uno de sus compañeros de estudio, el sacerdote salesiano Víctor Rodríguez Jiménez…”
María Nélida Sarmiento fue una joven grancanaria que vino a Tenerife en los setenta del siglo XX a estudiar Filosofía y Letras. En la universidad conoció a don Víctor Rodríguez, un sacerdote salesiano que le ofreció trabajar con él para enseñar a leer y escribir a los habitantes de una de las zonas más pobres de la isla: "Los Altos" de La Orotava. Allí pasó cuatro años hasta que un accidente le arrebató la vida con apenas 24 años. El religioso salesiano don Víctor Rodríguez Jiménez, que conducía el coche ese día, se sintió tan culpable que para honrar su memoria se propuso acabar con la marginalidad de aquella zona rural. Fue así como gestó un movimiento social que desembocó en asociaciones de vecinos y hasta en un partido político que gobernó el municipio.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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