jueves, 23 de noviembre de 2017

LA PATRONA EN LA VILLA DE LA OROTAVGA AÑO 1964



Fotografía, correspondiente a la visita de La Patrona del Archipiélago Canario ( La Virgen de La Candelaria) a la Villa de La Orotava en el mes de noviembre del año 1964.
Foto tomada bajando en procesión la Santa Imagen por la calle de Tomás Pérez (antigua Home). Calle totalmente engalanada para tal recibimiento, que le hizo a la Patrona. Visitando las tres parroquias existente entonces; La Perdoma, San Juan Bautista y Nuestra Señora de la Concepción, además de pasear por las calles importantes de la localidad y visitar los importantes Barrios orotavenses de La Luz, La Florida, Los Pinos, La Piedad y la zona del Quiquirá y Los Poyos.
Le acompaña el entonces alcalde de la Villa don Juan Cúllen y Lugo, acompañado del clero, de un numeroso gentío  y la guardia civil del destacamento de la Villa. La patrona que va al hombro de hijos de La Orotava, le acompaña por todo el trayecto los labradores de San Isidro y la banda de música de la Agrupación Musical de La Orotava dirigida entonces por el fallecido maestro de Los Realejos Manuel Plasencia Pérez.
La foto de la derecha, es la portada del programa de la visita de La Patrona a La Orotava, del 23 al 30 de noviembre del año 1964. Rodeada por las expresiones marianas; Renovación de la vida Cristiana, Vocaciones y Seminario.
 El entonces obispo de Tenerife don Luis Franco Cascón publicó, con fecha 24 de septiembre de 1964, una exhortación pastoral bajo el lema: “Comenzamos el nuevo Seminario”. Se decretaba una peregrinación de las imágenes de la Virgen, patronas de nuestras islas, por las parroquias de nuestra diócesis en campaña por el Seminario.
El 16 de octubre de 1964, La Virgen de Candelaria salió del Santuario rumbo a los diferentes municipios de Tenerife por serpenteadas carreteras con una misión diocesana y misionera. Única vez que ha visitado todos los pueblos tinerfeños.  
Desde la reseñada fecha hasta el 28 de enero de 1965,  la venerada imagen estuvo fuera de su templo basilical, siendo nombrada Alcaldesa Honorífica en cada municipio. Fue transportada en una carroza-automóvil conducida por Juan Marrero Torres acompañado por Norberto (Tito) González Romero.
Su peregrinación se centraba en tres ideas fundamentales para la renovación espiritual de la Diócesis: vida cristiana, crecimiento en número y calidad de vocaciones. La aportación económica del pueblo tinerfeño para el nuevo Seminario era fundamental para conseguir estos objetivos. 
Radio Club Tenerife estuvo al servicio de la peregrinación de la Virgen, siendo su presidente Álvaro Acuña Dorta y jefe de programación,  Navarro Grau. Luis Ramos fue su cronista.
Junto a la Santa Imagen, sus capellanes, los dominicos. Uno la precedía, preparando su recorrido, y otro la acompañaba. El padre Juan Fernández Baca y P. Isaías Llera iniciaron la ruta. En los Silos son relevados por José Ramón Fidalgo, Superior de la Basílica y Fernando Aporta. En Garachico se incorporó el padre Cristóbal Oliva, trasladado por unos días al convento de la Candelaria con el fin de ayudar a los PP. de la Comunidad hasta Tejina. Se iban rotando durante el itinerario.
Los candelarieros presentes, juntos a los venidos de todos los puntos de la isla, nunca olvidarán aquella tarde del 16 de octubre de 1964.  Después de una función religiosa que comenzó a las 17:30 horas, la Virgen empezó su peregrinación por la isla. 
Decía el cronista: “…Son las ocho de la noche cuando la Santísima Virgen de la Candelaria iniciaba su andar lento, dejando atrás su Templo-Basílica. No hubo aplausos, ni cohetes; sólo un silencio impresionante. El espectáculo de fe y amor a las más querida Imagen de las islas, era a esa hora una auténtica explosión de entrañable sentimiento por la marcha de la Virgen Morena. Hombres cabizbajos, mujeres con los ojos reventados de tanto llorar y niños que en vez de jugar y sonreír parecían estar compenetrados con el momento angustioso que vivió por espacio de tres horas la buena gente de la Villa mariana y pescadora…”.
La Virgen fue transportada por la carretera general del Sur y con un paso procesional lentísimo iba rumbo a Arafo. En el lugar conocido por “El Pino” la esperaba el obispo Franco Cascón, el padre Vicente Jorge Dorta, el ayuntamiento en pleno, con su alcalde Jerónimo Monje Marrero, y todo el pueblo. 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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