miércoles, 22 de noviembre de 2017

CECILIA, LA MÚSICA Y LOS MÚSICOS



Homenaje a todos los músicos componentes de la orquesta clásica ENSEMBLE VILLA DE LA OROTAVA, a todos los ex músico y músicos de la BANDA DE MÚSICA DE LA AGRUPACIÓN MUSICAL OROTAVA, a todos los profesores y ex profesores del CONSERVATORIO SUPERIOR Y PROFESIONAL DE MÚSICA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE Y DE CANARIAS, A los profesores de LA ORQUESTA SINFÓNICA DE TENERIFE y a mis hijos JUAN FÉLIX Y QUIQUE ÁLVAREZ Y GONZÁLEZ DE CHAVES músicos virtuosismo por excelencia, espero que su futuro en este arte del papel pautado que ejercicio “Cecilia”, sea lo mejor de lo mejor. Felicidades a todos.
No deseo olvidar a la que es amiga desde la infancia de la Villa de La Orotava, Premio Canarias de las Letras 2015, Villera de Honor; Cecilia Domínguez Luis y a mi sobrina Cecilia León Álvarez.
Por más de mil años Cecilia ha sido muy venerada en la Iglesia Católica. Una tradición muy antigua dice que pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad.
Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Luego entre Cecilia y Valeriano convencieron a Tiburcio, el hermano de éste, y lograron que también se hiciera cristiano.
Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda. El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos. Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos le dijeron que únicamente adoraban al verdadero Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo. Entonces fueron ferozmente azotados y luego les dieron muerte. Los dos santos mártires animaban a los demás cristianos de Roma a sufrir con gusto todos los horrores, con tal de no ser infieles a la santa religión.
Pasaron más de mil años para que Cecilia se volviera patrona de la música. En el año 1594 el papa Gregorio XIII le dio oficialmente el nombramiento. En el año 1594  Cecilia fue nombrada patrona de la música por el Papa Gregorio XIII y, a través de los siglos, su figura ha permanecido venerada por la cristiandad, con ese padrinazgo.
Su fiesta es el 22 de noviembre, fecha que corresponde con su nacimiento y que ha sido adoptada mundialmente como el DÍA DE LA MÚSICA.
El padrinazgo de la música le fue otorgado por haber demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música.
Es un poco incierto el motivo por el que Cecilia terminó siendo la patrona de la música. La música siempre tuvo un papel contradictorio en la interpretación de la leyenda de Cecilia. Como Cecilia rechazó los instrumentos para cantar a su Señor, se puede entender que para ella la música era algo que había que rechazar para abrazar la virtud.
En cambio desde fines del siglo XVI, Cecilia se empezó a pintar sin halo, se muestra cada vez más como una artista, menos frecuentemente sentada al órgano, y casi siempre ejecutando instrumentos mundanos.
Este cambio de normas significaría que la práctica musical en sí misma se estaba convirtiendo en la quintaesencia de la virtud, y teniendo como meta el virtuosismo. Algunas pinturas, como las de Artemisia Gentileschi y Bernardo Strozzi, muestran la conexión entre la ejecución virtuosa, la imagen cada vez más fuerte del artista, y una cultura que en el curso del siglo XVI se vuelve cada vez más extravertida.
En el cuarto ensayo de la Banda de Música de la Agrupación Musical de La Villa de La Orotava (parque cultural de Doña Chana – Villa Remedio), se conservan dos óleos de Cecilia, uno  de la entonces madrina doña Nieves Lugo y Benítez de Lugo de Martín que reprodujo de un pequeño cuadro que se conserva en la casa de Juan José González Villar en el Barranquillo (calle de Juan Padrón) y un segundo del amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; Maximiliano Martín Delgado.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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