Homenaje a todos los músicos componentes de la orquesta clásica ENSEMBLE VILLA
DE LA OROTAVA, a todos los ex músico y músicos de la BANDA DE MÚSICA DE LA
AGRUPACIÓN MUSICAL OROTAVA, a todos los profesores y ex profesores del
CONSERVATORIO SUPERIOR Y PROFESIONAL DE MÚSICA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE Y DE
CANARIAS, A los profesores de LA ORQUESTA SINFÓNICA DE TENERIFE y a mis hijos JUAN
FÉLIX Y QUIQUE ÁLVAREZ Y GONZÁLEZ DE CHAVES músicos virtuosismo por excelencia,
espero que su futuro en este arte del papel pautado que ejercicio “Cecilia”,
sea lo mejor de lo mejor. Felicidades a todos.
No deseo olvidar a la que es amiga desde la infancia de la Villa de La
Orotava, Premio Canarias de las Letras 2015, Villera de Honor; Cecilia
Domínguez Luis y a mi sobrina Cecilia León Álvarez.
Por más de mil años Cecilia ha sido muy venerada en la Iglesia Católica.
Una tradición muy antigua dice que pertenecía a una de las principales familias
de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había
consagrado a Dios su virginidad.
Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano,
pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él
quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir
por el Papa Urbano y fue bautizado. Luego entre Cecilia y Valeriano
convencieron a Tiburcio, el hermano de éste, y lograron que también se hiciera
cristiano.
Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda. El
alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos.
Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de
cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el
alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos le dijeron
que únicamente adoraban al verdadero Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo.
Entonces fueron ferozmente azotados y luego les dieron muerte. Los dos santos
mártires animaban a los demás cristianos de Roma a sufrir con gusto todos los
horrores, con tal de no ser infieles a la santa religión.
Pasaron más de mil años para que Cecilia se volviera patrona de la música.
En el año 1594 el papa Gregorio XIII le dio oficialmente el nombramiento. En el
año 1594 Cecilia fue nombrada patrona de
la música por el Papa Gregorio XIII y, a través de los siglos, su figura ha
permanecido venerada por la cristiandad, con ese padrinazgo.
Su fiesta es el 22 de noviembre, fecha que corresponde con su nacimiento y
que ha sido adoptada mundialmente como el DÍA DE LA MÚSICA.
El padrinazgo de la música le fue otorgado por haber demostrado una
atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su
espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo
de la música.
Es un poco incierto el motivo por el que Cecilia terminó siendo la patrona
de la música. La música siempre tuvo un papel contradictorio en la
interpretación de la leyenda de Cecilia. Como Cecilia rechazó los instrumentos
para cantar a su Señor, se puede entender que para ella la música era algo que había
que rechazar para abrazar la virtud.
En cambio desde fines del siglo XVI, Cecilia se empezó a pintar sin halo,
se muestra cada vez más como una artista, menos frecuentemente sentada al
órgano, y casi siempre ejecutando instrumentos mundanos.
Este cambio de normas significaría que la práctica musical en sí misma se
estaba convirtiendo en la quintaesencia de la virtud, y teniendo como meta el
virtuosismo. Algunas pinturas, como las de Artemisia Gentileschi y Bernardo
Strozzi, muestran la conexión entre la ejecución virtuosa, la imagen cada vez
más fuerte del artista, y una cultura que en el curso del siglo XVI se vuelve
cada vez más extravertida.
En el cuarto ensayo de la Banda de Música de la Agrupación Musical de La
Villa de La Orotava (parque cultural de Doña Chana – Villa Remedio), se
conservan dos óleos de Cecilia, uno de la entonces madrina doña Nieves
Lugo y Benítez de Lugo de Martín que reprodujo de un pequeño cuadro que se
conserva en la casa de Juan José González Villar en el Barranquillo (calle de
Juan Padrón) y un segundo del amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava;
Maximiliano Martín Delgado.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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