El amigo de la
Cuesta - Puerto de la Cruz,
actualmente residente en el Bajo Ampurdán - Cataluña; ZOILO LÓPEZ BONILLA,
remitió entonces (22/11/2017), a través de su blog ZOILOLOBO – RETRODEZCAN,
estas notas Y fotografía, que tituló; “MISERIA (HUMOR
NEGRO)”: “…Las ciudades
habían alcanzado ya tan increíbles cotas de miseria que en las comisarías de
policía habían aumentado, -sólo en el último año-, en un 80% las denuncias por
robos de bolsas de basura en las calles y plazas así como también en domicilios
particulares. Hasta tal punto que las familias mejor acomodadas ahora
eran denominadas por la clase media “comedoras de patatas” por ser este el
único alimento sólido del que podían en los últimos tiempos permitirse el lujo.
Para sobrevivir, algunas de estas se veían obligadas a vender las mondas a sus
vecinos más próximos y peor acomodados.
-¿Qué contenía la
bolsa sustraída? –preguntó el agente al padre de familia que formulaba la
denuncia en comisaría-
-…Pues, -titubeó
afligido un momento el denunciante- unas pieles de plátano marrones, media
docena aproximada de mendrugos de pan, algunas raspas de sardinas y un puñado
de castañas pilongas quemadas, señor.
-¿Y dónde había
Vd. conseguido todo eso? –preguntó el agente con la insidiosa curiosidad que
provoca la envidia mientras tecleaba con los índices las respuestas.
-Muy cerca de
aquí, -se apresuró a contestar el miserable ciudadano- en los sótanos del
supermercado abandonado, junto al almacén de la esquina.
¿Y cómo sucedió
todo? –volvió a preguntar el agente, enarcando ahora las cejas en tono
interrogante aunque del todo incrédulo-
-Dejé la bolsa un
momento en el suelo para atisbar en el interior de un contenedor de basura
junto a la acera cuando un joven tan miserable como yo y al que no había tenido
oportunidad de ver hasta el último momento……… Aquí lo interrumpió el agente
para preguntar de nuevo-
¿La recogió de
golpe y salió corriendo? ¿No es así? –remató la pregunta, sonriendo malévolo y
acabando él mismo con la respuesta esperada-
-Así es, -admitió
resignado el miserable.
-Bien, -respondió
el agente tirando del folio en el rodillo de la máquina y obligándole a firmar
la denuncia- No le prometemos absolutamente nada, -sentenció-. Pásese por aquí
dentro de una semana y ya veremos qué podemos hacer por usted.
Mientras recogía
la copia de la denuncia, el agente tuvo tiempo aún de esbozar un pésimo
pensamiento y dirigiéndose en voz alta al miserable mascuyó:
Eso os pasa por
pedir tanta puta independencia y tanta asquerosa república, coño.
Publicado por zoilolobo.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario