Cuatros ranilleros, portuenses de pro y tres de ellos trabajadores de la
mar para ganarse el sustento. El primero desconozco su nombre, era trabajador
de limpieza callejera, concurría en frecuentes pernoctaciones por las calles
del Puerto de la Cruz, con un carrito metálico de color azul marino en donde
depositaba la recolección diaria de la bazofia y vivió en la calle de San
Felipe cuando era de piedras autentica. El segundo Domingo González, era
pescador, vivió en la Ranilla y como a todos los portuenses se le tenía como
mote “El Patito”. El tercero, desconozco su nombre pero si el de su mujer, que
según me cuentan se llamaba Amelia, vivió en la Ranilla, era pescador, casi
siempre se le veía con una caña al hombro para pescar cangrejos o viejas desde
el muelle romántico y pesquero portuense al penitente, dique construido al
principio del siglo XX por la casa inglesa afincada en el Puerto de la cruz y
denominada Yeoward. El cuarto y último Andrés Carballo conocido por “El
Barretito” era un autentico pescador de cuerdas tal como le vemos en la foto,
vivió en la placenta de la Ranilla, y al final de su vida en la barriada de San
Felipe.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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