Fotografía referente a lo último de su vida bajo la sombra de la arbolada
de la plaza de Franchi Alfaro, junto al amigo desde la infancia; Antonio Polo
Regalado (Ñete).
A veces las personas enfrentan dificultades en sus vidas, las que muchas
veces logran superar porque hay otras personas que, aunque teniendo problemas
también, no las dejan solas. Pero siempre están presentes la honradez y la
virtud. Los latinistas; Horacio decía "Virtus in medio est", la
virtud está en el medio, y Cicerón en un arranque de humildad confiesa:
"Homo sum, nil humanum a me alienum puto", soy hombre, nada humano
considero ajeno a mí, han tenido que cambiar muchísimo los valores de estas
palabras. La palabra "virtud" se ha llenado con los valores que
corresponden a la fusión del dominador y el dominado, con un predominio del
dominado, como se desprende de la realidad y de la propia palabra elegida para
denominar. Sin embargo la honradez
es atractiva en su carácter y quien es justo es bondadoso y amable. Don Eduardo Gutiérrez
Delgado es un ilustre orotavense, ex – camionero honrado, por su excelente
virtud recibió un meritorio homenaje de sus ex compañeros el pasado día cinco
de diciembre del 2004, por sus cincuentas y dos años de servicios al volante de
camiones. Este Ilustre profesional de las carreteras tinerfeño tiene muchas
otras cosas buenas. En el fondo, es un hombre sensible, solidario al que se le
pone el corazón en un puño cada vez que ve una injusticia. Un hombre
comprometido con sus ideales que se pone a pensar mal siempre que se
cometen aberraciones en el Mundo. Lo malo es que un momento de debilidad lo
tiene cualquiera. Y, claro, cuando la injusticia aprieta es complicado
resistirse a las atrocidades que aparecen en esta vida tan complicada.
Nació en la Orotava el trece de octubre de 1924 en la calle Pescote,
su padre era don Ulpiano Gutiérrez Rodríguez natural de la
Victoria de Acentejo, emigró a Cuba muy joven, de regreso a Tenerife se
hospedó en La Orotava en una fonda de la calle Verde, compró un
camión y ejerció de camionero y prestamista, su madre doña Concepción Delgado
Rodríguez natural de La Orotava, una excelente persona tenía una venta en
su casa de la calle El Calvario, el matrimonio tuvo cuatros hijos: Eduardo,
Jesús(conocido en el fútbol por Borbolla), Ulpiano y Carmen.
Estudió las primeras letras con los Hermanos de la Doctrina
Cristiana en el Colegio San Isidro, cuando tenía ocho años fallece su
padre, unos meses antes le arranca el camión Ford T de pedales, en el
descampado anexo al colegio San Isidro. Asustado salió con su hermano Jesús en
busca de una persona que se lo parara, en ese instante maestro Félix el de
Llano le auxilió. Para ayudar a su familia se puso a trabajar con su
tío Sebastián Díaz González (conocido por Chanito El Cubano, muy amigo de mi
padre), con su camión Ford 4 y posteriormente con el Chevrolett.
A los 18 años obtiene el carné de conducir en Santa Cruz de Tenerife
en la Delegación de Industria, pero antes llevaba a limpiar al chorro
del ex convento de San Benito dominico los coches propiedad de los taxistas del
Llano Don Justo Hernández y Don Agrícola González, y además sin carné hacía
servicios de chofer por mediación del entonces taxista don Miguel Linares
Álvarez al recordado galeno de la Orotava don Luís Izquierdo, que
vivía en la Calle Verde (Nicandro González Borges) frente a la
Mansión de los padres paúles. A los veinte y un año se incorpora al
servicio militar en el parque de automóviles de la Cuesta, compagina con
su amigo Francisco Linares Delgado y en mucha ocasiones recibe permiso de mi
tío José Álvarez Díaz sargento para venir a La Orotava a visitar a su
familia. Posteriormente es trasladado al acuartelamiento de infantería San
Agustín de La Orotava, donde presta los servicios de chofer de ambulancia
durante tres años de servicio militar.
Una vez licenciado, comienza a trabajar en la Cooperativa
Agrícola del Norte de Tenerife Fast con los camiones; Internacional y
Forsson, al año es contratado por la empresa de Construcciones Manuel Martín
Méndez, para conducir su camión Diamous. Como dato anecdótico, una excursión
que realizó con el citado camión a la villa Mariana de Candelaria
con peregrinos, por la carretera vieja se quedó sin frenos, cuando se dio
cuenta de lo que estaba pasando tomó fuerte el volante y trató de mantener la
tranquilidad. Luego tuvo que arreglársela como pudo dándole bombazos con las manos
al pedal del freno. A los ocho meses de incorporase a esta última empresa, lo
contrata otra de La Orotava Don Casiano García Feo e Hijos SL.,
trabajas con los camiones Ford 8, Seddon y finalmente con el Commer, desde esta
empresa se encargó de transportar desde el muelle de Santa Cruz el material
para la construcción del Cine Orotava (hoy Sala Teobaldo Power) obra del
arquitecto José Carlos Marrero Regalado, soportando además en muchísimas
ocasiones colas para descargar en el muelle de Santa Cruz desde la
Cruz del Señor.
Con la firma García Feo trabaja diez años, para independizarse como
trabajador autónomo con un camión Dodge Ingles que adquirió a la desaparecida
firma portuense Hernández Hermanos SL., cambiándolo por fin con el que iba a
ser su ultimo camión de su vida que adquiere a una empresa de Tacoronte, un
Austí Ingles que convirtió la carrocería en Cuba alternativa con remolque para
transportar agua desde Las Cañadas del Teide a la montaña de Izaña. En este
servicio trabajó durante treinta años, jubilándose en el año 1994 con 70 años
de edad.
Casó con una vecina de San Nicolás – Piedra Redonda Genoveva Hernández,
tuvo tres hijas Genoveva, Elvira y Mercedes. A los largo de su trabajo como
camionero inigualable ha recibido tres merecidos homenajes, el primero ofrecido
por el empresario don José Garrido Burgo propietario del bar Restaurante El
Teide, el segundo una placa conmemorativa del Medio Ambiente y el tercero y
último también con una placa memorable a sus cincuentas y dos años en la
carretera por sus ex compañeros, homenaje que le emocionó y le hizo llorar,
porqué se trataba del camionero no mayor de edad pero el más antiguo con el
carné en su poder. Y esto debido sobre todo a las ocurrencias del camionero más
comprometido con las duras e intransitables carreteras tinerfeñas en muchas
horas de trabajo, la post guerra, lo difícil de conseguir material, la falta de
neumáticos, le enseñó a amar el oficio, a ser maestro y genio de camiones.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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