sábado, 8 de abril de 2017

JESUS UN EBANISTA OROTAVENSE EN EL RECUERDO




Jesús Hernández Díaz, le conocí desde mi infancia y juventud, precisamente cuando trabaja de ebanista en el taller de Cándido León Cabrera en el popular Barrios de Los Cuartos de La Villa de La Orotava.
Aprendió el oficio de su padre maestro Pablo Hernández, en su taller que tenía en sociedad con su tío maestro Juan Hernández, en el callejón de Los Cuartos, por debajo de la zapatería de mi abuelo materno; Bruno Abréu Rodríguez.
Jesús para mí siempre fue al igual que sus hermanos  un hombre humilde, honesto, trabajador y muy luchador. Siempre trabajando para sacar su familia adelante.
Nació en la Villa de La Orotava y falleció en la misma Villa el día ocho de abril del 2017.
Hijo de Pablo Hernández (ebanista y a su vez hijo de molineros de gofio) y de María Díaz (ama de casa), familia conocida por "Los Grillos.
Conocí a tres hermanos más de su padre; Isabel esposa de Santiago Oramas (camionero) que vivió al lado de casa, Justo taxista de la parada de los ricos en el Llano de La Orotava y miembro de la Peña el Tín con mi padre Juan Álvarez Díaz, y Juan que fue socio con su padre de un taller en el Barrio de Los Cuartos.
Fue el mayor de nueve hermanos, esposo de Estrella y padre de cinco hijos: Máximo, David, Hermengaudio, Estrella y Honorio.
Estudió en las escuelas graduadas publicas en lo bajo del Ayuntamiento, actualmente Colegio Público de Nuestra Señora de la Concepción ubicado en la calle Magistrado Barreda (en antaño calle La Paloma). Como de costumbre en nuestra Villa, su hijo mayor; Máximo heredó su profesión de ebanista.
La carpintería, al principio era propiedad de su padre maestro Pablo y su tío maestro Juan (padre de Manolo Hernández conocido en el mundo del fútbol regional por “El loco”). Esta histórica industria que estaba ubicada en el callejón que se conocía por el callejón de maestro Bruno (Bruno Abréu Rodríguez, zapatero y músico, mi abuelo materno), tengo un recuerdo imborrable de ella, siendo un niño le pedí a mi abuelo Bruno que me hiciera una manga para las procesiones infantiles, mi abuelo que tenía tanta amistad con los hermanos ebanistas y vecinos maestros Pablo y Juan, le pidió que me la hiciese, tanto fue así que un día posterior a la Semana Santa apareció en casa una magnifica manga infantil que mi madre María del Carmen Abréu González modista de caballero me la forró de tela terciopelada color lila, y así mi ilusión quedó patente para jugar con los santos.
Posterior como in diqué, se fue a trabajar al taller de Cándido León Cabrera, y finalmente como todos los buenos ebanistas DE LA Villa de La Orotava, se independizó y montó su propio taller.
Con mucho trabajo y esfuerzo compro su casa en el callejón Juan Padrón (antiguo El Loro), cerca del barranquillo de Araujo por debajo del desaparecido Cine Teatro Atlante.
Jesús, te pido de todo corazón, contigo seguirán; tu desconsolada esposa Estrella, tus hijos, tus nietos, todos siguen contigo, pues en este terruño te querían a rabiar, te adoraban, te estaban agradecido por lo bueno que era, por lo que trabajaste por ellos, ahora te atañe tu tregua, tu feliz descanso, pues esto no acaba aquí sigue por caminos que son interminables.
Jesús, recuerdo que aquí en las calles de tu Villa de La Orotava daba gusto hablar contigo eras una excelente persona, eras una lección de amor, de concordia, no olvide que por ahí están tus padres Pablo y María, tu tío Juan que tanto hicieron para que ese recordado taller fuera lo que fue, un vivero de carpinteros y ebanistas. Un abrazo y hasta siempre.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL



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