Deseo hacerle un homenaje a mis queridas tías; María Rosa, que se presenta
en esta panorámica (actual mirador de Humboldt) a la izquierda, entonces joven
de 16 años, muy guapa y muy ejemplar, y a Eufemia Delgado (madre de mi primo
José Luis propietario de la foto) que le acompaña a la derecha, entonces
intimas amigas y cuñadísima de su juventud.
El lugar de esta maravillosa toma, corresponden a aquellos paseos de la
juventud de la Villa de La Orotava, hacía La Charca de los Ascanio, que
realizaban los domingos por las décadas de los años treinta y cuarenta del
siglo XX, puesto que muy cerca del lugar se encontraba el estadio Municipal de
Fútbol “El Quiquirá”.
Lo más probable que la fotografía fue realizada en el año 1937, en plena
guerra incivil española, pues en el anexo de la foto, mi querida tía María
escribe una dedicatoria de nuestra familia a su hermano y novio de Eufemia,
Francisco (tío Pancho), que se encontraba en el frente peninsular.
Tía María Rosa Álvarez Díaz tenía una escritura caligráfica sobresaliente,
consiguiendo las oposiciones de telegrafista, además le llevaba las cuentas a
su hermano Juan Álvarez Díaz (mi padre) en sus negocios de suministros de
gasolina en la calle El Calvario de La Orotava, trabajando un tiempo de
dependiente en la casa comercial orotavense “La Regidora”.
Tía Eufemia, una excelente persona, que quería muchísimo a mi inolvidable
madre María del Carmen Abréu González, que pasó la guerra incivil española
siempre a su lado, en su casa del antiguo callejón de Los Cuartos, para
el desconsuelo de su entonces novio tío Pancho, cosía y bordaba muy apropiado,
además de ser una extraordinaria cocinera que había aprendido de su madre Elisa
Delgado, que fue la cocinera del Gran Hotel Suizo de La Orotava.
Quiero dedicarle esta fotografía, a mis primos hermanos; Mari Carmen y
Toñín Ordoñez, Elena y José Luis Álvarez que los quiero de todo corazón.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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