Fotografía,
correspondiente al tapiz central de la Plaza del Ayuntamiento del año 1934,
donde el alfombrista villero del arte efímero DON NORBERTO PERERA HERNÁNDEZ, “EL
ALFOMBRISTA QUE SE OLVIDÓ DE LOS DIOSES”, plasma en su alfombra, el logro
industrial del entonces progreso de la Villa, La Planta Eléctrica.
Según nos cuenta el
amigo desde la Infancia ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA, en el matutino “La Opinión de Tenerife” del día 17 de
Noviembre del 2014, que a partir del año 1894 La Villa de La Orotava instala por
primera vez su luz eléctrica, a través de una planta industrial, aprovechando
sus canales (en antaño se denominó “El Rio”) de aguas desde Aguamansa, siendo
la segunda población del archipiélago canario que realiza tal acto, la primera
le corresponde a Santa Cruz de La Palma: “…La electricidad en La Orotava tiene su origen en el
aprovechamiento de las aguas nacidas en la cuenca de Aguamansa por encima de
los mil metros de altitud y conducidas en canales hasta la Villa hasta cotas
alrededor de los cuatrocientos metros.
Primero fue en 1894, cuando se instaló en Hacienda Perdida,
cerca de Barroso, una planta minicentral hidroeléctrica por parte de la empresa
Sociedad Eléctrica Orotava (SEO), promovida por Ricardo Ruiz Aguilar, y que
aprovechó las aguas contratadas con el Heredamiento de La Orotava.
De la inauguración de la electricidad generada en la planta de
Hacienda Perdida o Planta Vieja, el semanarioDiario de Tenerife, en su edición del 8 de diciembre de 1894 publicó un telegrama
recibido el día 2 del citado mes firmado por Zerolo, residente en La Orotava,
que decía textualmente:
Director Diario de
Tenerife: Anoche, como te anuncié, se efectuó la inauguración oficial del
alumbrado público de este Villa por medio de la electricidad, con éxito
completo. Muchas casa particulares, además, lucían sus instalaciones
interiores. La que ocupa con sus oficinas la Sociedad Eléctrica de este Valle,
estaba profundamente iluminada. Desde temprano han sido de notar las
expansiones de entusiasmo en todas las clases de la población. Una ligera
lluvia ha contenido algo, sin embargo, las manifestaciones populares, pero no
ha impedido que una banda de música recorriera las calles tocando alegres
aires. Celebróse un banquete en el que, reinando gran satisfacción y alegría,
se pronunciaron muchos brindis por el éxito de la empresa, por el progreso
realizado en la Villa, por la estrecha unión de todos los pueblos de esta isla,
y por la prosperidad y el engrandecimiento de esa capital, de la isla de
Tenerife y de todo el Archipiélago.
A partir de 1929, el Ayuntamiento de la Orotava municipalizó el
servicio eléctrico (SEM) e inauguró en 1935 una segunda planta hidroeléctrica
en la zona de La Abejera, en los altos del municipio, aprovechando la gestión
política de la corporación republicana iniciada en 1931 y un mayor salto
hidráulico con aguas del Heredamiento, y más tarde, de otras comunidades de
aguas que las habían alumbrado mediante galerías, como sucedió con el caso de
"El Moral " y "Salto de los Helechos".
En los dos casos, plantas de Hacienda Perdida y La Abejera, las
aguas caían en desnivel desde una altura relativamente considerable mediante
una tubería de carga y la fuerza del agua, tal como recuerda el profesor Juan
J. Martínez Sánchez en su libro sobre La Orotava del siglo XIX, actúa sobre
unas palas o álabes que hacían girar una turbina, que varía de tipo en función
de la altura del salto y de la masa de agua, pero en nuestros casos siempre del
tipo Pelton. A su vez transformaban esa fuerza del agua en energía mecánica por
medio de un eje hasta alcanzar un alternador que a su vez devenía en
energía eléctrica. Una vez producida la electricidad en el grupo de la central
o planta, la electricidad se transportaba por cables de cobre y postes a los
lugares o puntos de consumo, ya fuera alumbrado público como doméstico o fuerza
motriz para industrias, carpinterías, molinos o panaderías…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario