jueves, 16 de noviembre de 2017

NIEVES LUGO, MEMORIA DE LA OROTAVA



El amigo de la infancia de la calle El Calvario de la Villa de La Orotava; ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA, remitió entonces (16/11/2016) estas notas que tituló; “NIEVES LUGO, MEMORIA DE LA OROTAVA”: “…La noche del miércoles 16 de noviembre del 2016 nos hizo rebobinar la memoria de la Villa. La Filmoteca Canaria que dirige María Calimano proyectó, en la sala Teobaldo Power de La Orotava, unos cortos cinematográficos, en blanco y negro, realizados por la señora Doña Nieves Lugo y Benítez de Lugo, hija del recordado palmero don Antonio Lugo y Massieu, y esposa de otro ínclito palmero, doctor en medicina por la universidad de Salamanca, don Máximo Martín. Los documentales eran de décadas diferentes, de los años 30, 40 y 50. Realizados en las islas de Tenerife y en La Palma. En La Orotava, en Santa Cruz y en el Puerto de la Cruz.
En Santa Cruz de la Palma y en la finca de Oropesa, en Barlovento. Algunos de ellos me emocionaron, quizás por la edad,  pero fueron los personajes que aparecían en los fotogramas los que me llevaron a disfrutar de la magia de los sentidos. De manera especial cuando se exhibió el reportaje filmado en la casa portuense de la familia Cruz. Allí aparecieron don Julio y doña Paquita, campechanos como siempre,  y sus hijos  Julito y su hermana Tere. Me llevaron a recordar la mitad del siglo pasado cuando el compañero y amigo del colegio, Julito, fue atropellado por fuera de su casa por un camión en la carretera que bajaba de Las Arenas hacia el Puerto. Era la época en que los coches, y sobre todo los camiones y las guaguas, se contaban con los dedos de la mano. Las matrículas TF no superaban los ocho mil, como la cima de las montañas.
También evoqué la finca de Oropesa, en el barlovento palmero, cuando la visita que hicimos el grupo de chicos del colegio salesiano de San Isidro por invitación de don Antonio Lugo, a que la conociéramos en nuestra excursión a La Palma, con don Pacífico Medina de director. Los plátanos sí que eran plátanos, y las sorribas dignificaban los bancales al igual que los trabajadores del Durazno que don Antonio se había llevado del valle de la Orotava. Por su parte las imágenes del hospital orotavense de La Trinidad, con don Máximo y don Felipe Hernández, fueron inolvidables.
Sandra Hodgson, nieta de doña Nieves, en el escenario de la sala Teobaldo Power,  nos hizo vibrar con los recuerdos de su polifacética  abuela Lugo, que luego se elevaron con la música y el cine. No faltaron amigos de la juventud, ni de las familias asociadas a los Martin Lugo. Saludé a los Zárate, a los Arroyo Hodgson, a  los Pérez Ascanio.
El acto fue un acierto cultural de alto nivel histórico. Tengo claro que La Orotava no pierde su memoria, todo lo contrario. Personas como  doña Nieves Lugo se encargan de ello…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

No hay comentarios:

Publicar un comentario