A las doce del mediodía, el escudo de armas de la reina Isabel
II del estandarte de la Real y Venerable Hermandad de Misericordia del Calvario
luce bajo el dintel de la puerta de la ermita. La devoción al Santísimo Cristo
del Calvario, al igual que la venerada imagen del Stmo. Cristo a la Columna,
sobrepasa los límites del Valle de La Orotava y cuenta con una de las
hermandades más numerosas de cuantas desfilan en Semana Santa, fundada por
Diego Benítez de Lugo y Monteverde, Marqués de Celada (1801-1879). Destaca
el incomparable grupo escultórico del Santisimo Cristo del Calvario, una Piedad
realizada en 1814 por el escultor Fernando Estévez, la primera realizada por un
escultor canario. En 1861 se integra por primera vez a la Semana Santa Villera
como la procesión del Calvario, en la mañana del Viernes Santo. Del Santuario
procesionan los cinco tronos hasta la Parroquia Matriz de la Concepción. Los
Santos varones Nicodemo y José de Arimatea son los primeros, ambas son imágenes
de candelero del siglo XIX atribuidas al artista palmero Aurelio Carmona López.
Les sigue la talla de Santa María Magdalena, atribuida a Nicolás Perdigón
Oramas y San Juan Evangelista, anónimo, ambas del siglo XIX. Estas dos imágenes
procesionan en dos elegantes tronos de madera de cedro tallados por el ebanista
villero Manuel Martín. El Santísimo Cristo, en cambio, lo hace en un trono de
plata Meneses, traído de los talleres de Madrid. Desde el año 2010, el cortejo
procesional vuelve a recorrer, como antaño, su itinerario por la Plaza de la
Constitución, que se había perdido tras la prolongación de la Carrera de
Fernando Estévez.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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