viernes, 30 de marzo de 2018

LA TARDE DEL VIERNES SANTO OROTAVENSE


Tras la celebración de la Muerte del Señor, a las 5 de la tarde, todas las miradas giran en torno a la Parroquia de San Juan Bautista, pues en este templo tiene lugar la procesión del Santo Entierro de Cristo. Esta procesión tenía lugar en el Convento de San Lorenzo, desde donde partía hasta la calle Viera, haciendo luego estación en el Templo Matriz y finalizando con la Ceremonia del Entierro en el desaparecido convento clarisa de San José. Fue en 1835, donde fueron trasladadas desde el monasterio hasta San Juan tras la desamortización de Mendizábal, junto con otras imágenes como la Virgen del Carmen o San Lorenzo Mártir El cortejo procesional lo componen seis imágenes: la dos primeras representan a los Santos Varones Nicodemo y José de Arimatea, anónimas del siglo XVII y de las que destaca, sobre todo, el tallado de sus barbas. Les sigue la bella imagen de Santa María Magdalena, obra de Luján Pérez realizada hacia 1801, y la popular efigie de "El Enamorado", de Fernando Estévez. Las mismas que procesionan junto al Señor de la Columna en la noche del Jueves Santo. La atención recae en la imagen principal, la talla barroca del Señor Muerto, un Cristo crucificado articulado (permitiendo convertirlo en Cristo Yacente) atribuido al escultor Francisco de Ocampo y que llegó de Sevilla a la Orotava a principios de siglo XVII. El cortejo lo cierra la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, hermosa obra realizada por Fernando Estévez en 1816.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR  MERCANTIL

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