jueves, 22 de marzo de 2018

ZACARÍAS


Según nos cuenta el amigo y compañero de docencia; JUAN J. MARTÍNEZ SÁNCHEZ en la página 26 del libro “LA OROTAVA SUS CALLES, SU HISTORIA”, con la colaboración del amigo y compañero de docencia de la Villa de La Orotava; JOSÉ DELGADO ÁLBELO: “…La calle Zacarías de la Villa de La Orotava corre de Oriente a Poniente entre las calles León y Limoneros. Remontándonos al siglo XVII, y según consta en un plano del barrio del Farrobo, observamos que la calle Zacarías es el resultado de la unión de dos tramos: la calle Antonio Luis (entre las calles León y San Juan) y la calle de "La Vicha" (entre las calles San Juan y Limoneros).
La calle Zacarías, según datos del Gobierno de la Provincia de Canarias del año 1864, aparece con el nombre de calle de "La Vicha" y contaba con veintiuna casas. En el año 1887, y según la misma fuente, aparece ya con el nombre de Zacarías y con un censo de veintiséis casas.
Curiosamente se observa, en los padrones municipales de los años 1839, 1842 y 1843, los oficios desempeñados por los vecinos de la calle Zacarías podemos encontrar gran variedad de oficios: zapateros, carpinteros, panaderos, costureras e hilanderas. Aunque la tradición popular se empeña en recordar la calle de San Zacarías, no hemos encontrado ningún documento oficial (Actas municipales, padrón de habitantes,...) donde aparezca el "San"; en todos consta como calle Zacarías, a secas…”
Un amigo de La Villa de La Orotava, historiador, que desea mantenerse en el anonimato, remitió entonces estas notas: “…La Calle San Zacarías (Padre de San Juan Bautista) abarcaba desde la esquina de la Casa Parroquial de San Juan hasta lo que se conoce popularmente como "las cuatro esquinas" (cruce con la calle Doctor González). Por su parte, la calle Pescote iba desde "las cuatro esquinas" hasta la Cruz del Teide y su nombre es la "popularización" del apellido de un médico, el Doctor Pescott. En el siglo XVII ambas calles pasan a rotularse con una única denominación y con una única numeración de sus casas, pasando a llamarse calle Calvo Sotelo (desde la Casa Parroquial hasta la Cruz del Teide). Con la reciente Ley de Memoria Histórica se realizó un nuevo cambio en el nombre de la calle, para suprimir la denominación de personas relacionadas con el Franquismo. Como ya las casas tenían una única numeración en todo el tramo, no se podía recuperar los dos nombres antiguos, sino sólo uno de ellos. Así pues, la asociación de vecinos "Cruz del Teide" propuso rescatar el nombre de Calle Pescote (para todo el tramo, desechando el de San Zacarías)…”
El amigo desde la infancia de La Villa de La Orotava, compañero de docencia; JESÚS GARCÍA DELGADO, remitió entonces (21/04/2014) estas notas: “…Según tengo entendido, es que este tramo de calle, donde nací, se llamaba, y la seguimos llamando muchos, Zacarías, desde la calle León hasta la calle Limonero, donde había una pared de un finca que interrumpía la calle, La Garrota, luego se rompió y se continuó hasta dar con la calle Los Molinos o Castaños, y a partir de ahí hasta la Cruz del Teide se llamaba Pescote. Se observan a la derecha las casas de los vecinos que daban al Sur: casa barbería de Don Antonio Álvarez "El Tacón", luego casa bodega de Don Domingo González "El Cruzantero", casa panadería de Don Casiano Hernández "El Perrinche", casa de Don Domingo el de "Blas Luis", también fue habitada por Don Domingo "El Inglés", luego casa de dos plantas, donde nací, de Don José García Lima( Maestro Pepe Vital), luego las "Cañonas", Don Argelio, con su casa de dos plantas y venta, Don Eladio Torres, venta y casa, también vivió, en la zona de la venta Doña Margarita Morón, y la casa de Don Antonio y Doña Matile, con venta, que hace esquina con calle San Juan; podemos seguir, con la casa de Pancho González, donde vivió con su hermana Candelaria y donde tenían arrendado un cuarto haciendo esquina, donde vivía Doña Adela y sus hija, luego la casa venta. de Don Placido Ravelo, la casa panadería de los Machados( hoy en La Perdoma ), casa de los Regalados y, por fin , la casa parroquial y vivienda del cura, con entrada por calle León, donde, en unos cuartos por la calle Zacarías, vivía y trabajaba el sacristán y alabardero Maestro Isidro "El Pasarín" con su hijo conocido por el mismo nombre. Por la parte del Norte, estaba la casa bodega de Don Pedro "El del Pollo", Don Ignacio y su hija Mercedes "La Cubana", Don Octavio , cura, y su padre, Candelaria y familia, hija de Don Ignacio, luego Don Eustaquio Pacheco y familia, calle La Bicha, y a continuación Maestro Andrés, con sus hijos Rosendo y nietos, Doña Simeona, con sus hijos( Antonio y Benicio. barberos, Barula,...), luego Don Julia Arocha y su mujer Lola "La Plateada", y la carpintería de Don Ananías y Don Domingo Hernández, haciendo esquina con la calle San Juan , a continuación, unas casa o cuarto de oficina de Don Luis García, productor de plátanos, donde trabajaba Don Jerónimo "El Cojo', casa donde vivió D. Adolfo Padrón, y últimamente Don Pancho Escobar, y luego la casa donde vivía Carmelo "El Campana" y sus familia, con garaje, donde guardaba el coche Don Luis González, "El Pajarero ", y por fin el solar de Don Placido Ravelo, que llamábamos "La fábrica", hoy ocupada, la mitad, por dependencias y tanatorio de la Parroquia de San Juan. Esa era la calle y sus moradores, en mi niñez y juventud, todos/ as grandes vecinos…”
“… Calle Pescote (actualmente), aunque debería llamarse Zacarías, por historia documentada. La Calle Pescote era de las Cuatro Esquinas del Molino o calle Castaño, Los Molinos o Doctor González de Chaves y  García, hasta la Cruz del Teide.
Aprovechando la Ley de Memoria Histórica, la AAVV Cruz del Teide propuso que la calle José Calvo Sotelo se llamara, en toda su longitud, desde calle León hasta la Cruz del Teide, Calle Pescote. O sea, la memoria histórica no se respetó. La calle Zacarías, que era el tramo que iba desde la calle León hasta Calle Limonero, está documentada en planos de la época, escrituras públicas, incluso en los trayectos procesionales de la Iglesia de San Juan. Como observarás, hay un tramo en el que queda un vacio, entre calle Limonero y Molino, ya que era una finca, que por cuestiones de funcionalidad de tráfico, se derribó la pared de esa finca, "La Garrota", y se continuo la calle, quedando la canal del molino aérea, pero no de madera, como era en su principio, sino de mampostería…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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