Aniversario de su fallecimiento. Pablo Hernández Díaz “Pablillo”, le conocí desde mi infancia y juventud, recuerdo
verlo jugar al fútbol en el infantil Iberia de don Chano Hernández
Lorenzo y en el juvenil Imperial de Domingo Brígida y Juan Gutiérrez de extremo
izquierdo, jugaba muy bien, tenía técnica y pegada, pero dejó el fútbol oficial
muy joven, luego en la década de los años setenta fue fundador y jugador del
Sporting Orotava de aficionados con Manolo Santana, Melchor Escobar, Melchor
García, Aníbal alía “El Pichurri”, Paco, Antonio, Pedro Toste alía “El Pipa
Negra”, Domingo Delgado alía “El Alemán”, Gadella, Chacho Vital, Cabrera,
Juanito, Félix Domínguez, Pico alía “El Palmito”, Paco Valero etc.…
Pablillo era un hombre humilde,
honesto, trabajador y muy luchador. Siempre trabajando para sacar su familia
adelante y hasta que vio como sus seis hijos terminaron sus estudios y
empezaron a trabajar no dejó de afanar incluso teniendo sus problemas de
corazón y así se fue luchando por la vida, pero pudo más el corazón que él, y
así es la gloria y la misericordia. Puesto que su primera operación
del corazón fue en el año 1993. Y la segunda, y última, en el año 2012, el día
29 de marzo.
En la postrimera superó las ocho horas de operación, como era él, todo un
personaje enérgico, pero en el postoperatorio su corazón se atajó ya que
estaba muy deleznable. Por suerte, y como así lo quería él, cuando alguna vez
hablaba de su muerte del mundo infinito, lo importante que no transigió, ni
puso en antecedencia lo que le sucedía en ese momento tan cruel para su vida.
En el recordatorio su esposa, hijos y nietos pusieron esta impresionante
frase: “… Luchaste hasta el final, acompañándonos en nuestro camino. Gracias
Pablo!, Gracias papi!...”
Nació en la Villa de La Orotava el 26 de junio
de 1944 y nos dijo adiós definitivamente el 29 de marzo de 2012. Hijo de Pablo
Hernández (ebanista y a su vez hijo de molineros de gofio) y de María Díaz (ama
de casa), familia conocida por "Los Grillos.
Conocí a tres hermanos más de su padre; Isabel esposa de Santiago Oramas
(camionero) que vivió al lado de casa, Justo taxista de la parada de los ricos
en el Llano de La Orotava y miembro de la Peña el Tín con mi padre Juan Álvarez
Díaz, y Juan que fue socio con su padre de un taller en el Barrio de Los
Cuartos.
Fue el segundo de nueve hermanos y se dedicó a la carpintería como su
padre. Estudió en las escuelas graduadas publicas en lo bajo del Ayuntamiento,
actualmente Colegio Público de Nuestra Señora de la Concepción ubicado en la
calle Magistrado Barreda (en antaño calle La Paloma).
La carpintería, al principio era propiedad de su padre maestro Pablo y su
tío maestro Juan (padre de Manolo Hernández conocido en el mundo del fútbol
regional por “El loco”). Esta histórica industria que estaba ubicada en el
callejón que se conocía por el callejón de maestro Bruno (Bruno Abréu
Rodríguez, zapatero y músico, mi abuelo materno), tengo un recuerdo imborrable
de ella, siendo un niño le pedí a mi abuelo Bruno que me hiciera una manga para
las procesiones infantiles, mi abuelo que tenía tanta amistad con los hermanos
ebanistas y vecinos maestros Pablo y Juan, le pidió que me la hiciese, tanto
fue así que un día posterior a la Semana Santa apareció en casa una magnifica
manga infantil que mi madre María del Carmen Abréu González modista de hombres
me la forró de tela terciopelada color lila, y así mi ilusión quedó patente
para jugar con los santos. Al fallecer esto dos hermanos ebanistas el taller
pasó a ser propiedad de Pablillo y de su primo Manolo alía “El Loco”.
Casó el día 17 de junio del año 1968, después de
seis años de novios, con María del Carmen González Martín conocida por
Carmita hija de un excelente cocinero que lo fue primero en el colegio de San
Isidro de La Orotava y después en el Lagar Tamaide de la Cuesta de la Villa
Felipe González, fueron sus padrinos de bodas Francisco Lemus y Barbará Salamo
vecinos del popular Barrio de la Orotava “Los Cuartos”. Tuvo seis hijos, dos
varones y cuatro mujeres; José María, María de los Ángeles, Benjamín, Carmen
María, Vanessa y Verónica.
Con mucho trabajo y esfuerzo construyó su casa en la Calle Sargentos
Provisionales (antiguo callejón de maestro Bruno), actualmente Calle Hermanas
de la Caridad de San Vicente Paul, por encima del desaparecido Restaurante –
bar “El Remache”, sobre la carpintería que en entonces era de su padre y su
tío. Además compró un terreno en las medianías, donde tenía su finca en la que
al principio plantaba bastantes cosas y construyó una casita, ahora propiedad
de su hijo mayor José María y donde reside y un apartamento en El Prix
(Tacoronte) donde le encantaba pasar todos los veranos.
Fue un buen carpintero ebanista, una persona seria en su trabajo y, fuera
del mismo, una persona humilde, honrada y muy luchadora para con su familia. No
dejó de trabajar hasta que todos sus hijos terminaran sus estudios, por lo que
guardaba con orgullo en su cartera las fotos de las licenciaturas
universitarias.
Tuvo cuatro nietos: Hannah, Pablo, Hugo y Jorge, los dos primeros de su
hijo mayor, José María, y los otros dos de su hija mayor, María de los Ángeles,
más conocida por Gely.
El día 29 de abril del 2012 un día soleado abierto hacía el mar de la
calma, parte tranquilamente para el otro taller sempiterno, para el taller del
sosiego, de la felicidad, de la esperanza, parte a reencontrase con muchos que
fueron sus compañeros en aquel infantil Iberia de don Chano, estoy seguro que
Pablillo volverá a jugar al fútbol en ese lugar, por ese recinto están Paco,
Antonio, Oti y otros que no recuerdo y seguirá portando en tu cartera las
fotos de las licenciaturas universitarias de sus queridos y adorados hijos.
Pablillo, te pido de todo corazón, contigo seguirán; tu desconsolada esposa
Carmita, tus hijos, tus nietos, todos siguen contigo, pues en este terruño te querían
a rabiar, te adoraban, te estaban agradecido por lo bueno que era, por lo que
trabajaste por ellos, ahora te atañe tu tregua, tu feliz descanso, pues esto no
acaba aquí sigue por caminos que son interminables.
Pablillo, recuerdo que aquí en las calles de
tu Villa de La Orotava daba gusto hablar contigo eras una excelente persona,
eras una lección de amor, de concordia, no olvide que por ahí están tus padres
Pablo y María, tu tío Juan que tanto hicieron para que ese recordado taller
fuera lo que fue, un vivero de carpinteros y ebanistas. Un abrazo y hasta
siempre.
El amigo de la Villa de
La Orotava; MOISÉS RAYA PÉREZ, remitió entonces (2014) estas notas: “…Tus nietos Hugo y
Jorge tuvieron la suerte de disfrutarte, aunque es una pena que fuera tan poco tiempo….”
“… Para mí era
maestro Pablo....”
VANESSA HERNÁNDEZ GONZÁLEZ su querida
hija, remitió entonces (2014) estas notas: “… Muchas gracias
Bruno, para mí no sólo era Pablillo el carpintero, Maestro Pablo, o simplemente
Pablo, para mí era el mejor padre del mundo, que junto con mi querida madre,
nos inculcó grandes valores y, como ya has nombrado, luchó por nosotros hasta
el final; siempre estaremos agradecidos por ello. Le quedaron por vivir muchas
cosas, pero disfrutó de muchísimas otras y con eso me quedo. Gracias a todos
los que nos han apoyado en estos duros y tristes momentos. Te adoro papá…”
El amigo de la infancia de la Villa de la Orotava; JESÚS GONZÁLEZ MARTÍN
remitió entonces (2014) estas notas: “…Fue como un hermano mayor, para mí y
mi hermanas menores, te recordaremos siempre y por siempre ha sido un
matrimonio ejemplar, fuerza Carmita tus hijos tus nietos y toda tu familia
estará siempre contigo…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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