Fotografías referentes a la visita entonces al Puerto de la Cruz, como preludio
tras la popularidad de tres de los componentes del mundialmente conocido grupo musical anglosajón
The Beatles concretamente en la primavera del año 1963, cuando aún no habían
dado su salto hacía la fama mundial.
El amigo de la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES,
“ESPECTADOR”, remitió entonces (5/4/2015) estas notas que tituló “LOS BEATLES”:“… Aniversario
de la estancia en el Puerto de la Cruz de los famosos Beatles. Ahí está la foto
de tres de ellos en las terrazas de las entonces incipientes piscinas del Lido
San Telmo (año 1963), donde tantos de nosotros empezamos a bailotear con nuestras
novias, luego esposas, y también con alguna turista de ocasión con las caras
pegadas…
El pasado domingo 28 de abril se proyectó en el
Instituto Hispánico la película ‘Submarino amarillo’ (1968). El comienzo del
argumento sintetizado es éste (copio de internet): Pepperland es un alegre
paraíso musical bajo el mar, protegido por la Sgt. Pepper's Lonely Hearts
Club Band, el cual cae bajo un ataque sorpresivo por los Blue Meanies (Malines
Azules), quienes odian la música…En definitiva, es un mensaje netamente
defensor del pacifismo y la cultura popular.
España en los primeros años sesenta era un hervidero
de emigrantes hacia la Europa Comunitaria, la del Mercado Común; allí fueron
algunos paisanos portuenses y de la comarca y la isla, no cualificados, a trabajar;
también fueron algunos estudiantes a recoger la cosecha de frutales en el
verano; y algunos jóvenes, niños y niñas bien, fueron a aprender inglés, y
luego venían fardando de haber visto actuar a los Beatles en directo.
En julio de 1965 actuaron los Beatles en Madrid
y Barcelona. La prensa franquista quiso quitarle importancia, minimizar
tan gran evento, protagonizado por este grupo idolatrado por los jóvenes de
toda la Europa Occidental. Y dice la prensa franquista censurante, que en el acto
de Madrid, en la plaza de Toros de Las Ventas, los fans eran menos de un
centenar. Los Beatles, dice la crónica, protestan de los flashes, y su largo
pelo es el tema principal de conservación. Asisten unas 12 mil personas, en un
aforo de 29 mil. Son apodados ‘escarabajos’. La Policía Armada, popularmente
llamada de ‘los grises’, expulsan del ruedo a los jovencitos exaltados…
Años más tarde, el 8 de diciembre de 1980, John
Lennon fue asesinado vilmente en Nueva York. Un desquiciado le disparó
cinco tiros por la espalda. Entonces yo trabajaba en una oficina técnica en
Santa Cruz. Al día siguiente, a la hora de entrar al trabajo, el más progre de
todos los de la oficina fue el único que se lamentaba de verdad del
asesinato de un componente de este conjunto revolucionario. Los demás de la
oficina, unos dijeron “a mí plin” y otros optaron por el silencio como
respuesta. Una pena.
El mensaje de cabecera de los Beatles se puede
interpretar con esta frase hecha a modo de latiguillo: “Hablando se entiende la
gente”. Es evidente que este mensaje fracasó, y podemos parafrasearlo con este
otro: “hablando se debiera de entender la gente”. Es, era, un mensaje
de paz, pero los ‘matonistas’, mayoristas empresarios de la fabricación de
armamento, no quieren saber nada de la paz y siguen aplicando—como entonces
en Vietnam--el fuego de la metralla, cada vez más sofisticada, en
demasiados lugares de este puto mundo llamado planeta Tierra…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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