ANTOÑITO SANTOS VALENCIA, EN EL RECUERDO

Aniversario de su fallecimiento. La verdad que lo vi nacer y crecer en esto de la vida, era hijo de mi amigo casi hermano de mi infancia Antonio Santos Cruz en la calle el Calvario de la Villa de La Orotava, coincidíamos en domicilios casi adosados de casas típicas canarias y de Candelaria Valencia Domínguez.

Su padre Antonio Santos Cruz había emprendido una empresa donde “CABÍAN TODOS Y NO SOBRABA NADIE”, empezó con su padre Antonio Santos Hernández y su madre María Cruz (otra madre mía de la calle) y terminó por prolongar una cadena de empresas en la Villa y en todas las localidades importantes de Tenerife, la Óptica era la principal función y el Baloncesto orotavense y la fundación del Club San Isidro era su enardecimiento. Antonio, estando en la biblioteca de la casa parroquial de Nuestra Señora de la Concepción velando por tu querido hijo Antoñito, me preguntaste por el baloncesto en el Puerto de la Cruz, concretamente cuando se jugaba en la pista de tierra de la Plaza El Charco, hablamos del recordado CB. Ucanca, y de los club anteriores; El Santa María y el Academia Mercantil. Se me olvidó decirte, tu acaecimientos baloncestísticos entonces al final de los años cincuenta del siglo XX, haciendo la mili voluntario en Madrid, en el ministerio del ejercito, coincidiste con el internado del gran generador del baloncesto en la Orotava en la cancha de la Plaza de Franchi Alfaro el recordado Pepe Dorta aquejado de problemas cardiovasculares, que te decía en su habitación del Hospital madrileño de La Concepción, antes de su ida definitiva, que siguieras fraguando el Baloncesto en la Villa, así lo concebiste, pues años después como ya he indicado lograste hacer un club que con el tiempo ya está integrado en la historia del baske tinerfeño y canario. También se me olvidó recordarte, aquel primer homenaje del deporte de La Orotava que celebramos en la Cancha de baloncesto de la Plaza de Franchi Alfaro a María Auxiliadora en el mes de mayo del año 1969, siendo director del colegio de San Isidro, el querido e inolvidable don Antonio Granados Herrera, en la que actuó de locutor y presentador tu querido amigo y convecino Paquito Polo (ahora se reencontrará con tu hijo Antoñito), el cual con su esplendida y sonora voz te hizo llorar por primera vez en el Baloncesto. Incluso aquella emoción tuya cuando mi discípulo y sobrino tuyo Juanjo Pérez Valencia vestía por primera vez en la historia del baloncesto español la camiseta de la Selección Juvenil Española bajo las ordenes de Aitor García que tuvo un incidente anecdótico en aquella imborrable cancha de la Avenida de Anaga de Santa Cruz de Tenerife en un encuentro entre el Real Club Náutico y el CF. Barcelona, cuando recibió una moneda en su frente de un anónimo espectador de aquellos chillones y animadores graderíos del Real Club Náutico de Tenerife.

Antoñito Santos Valencia, nació en la Villa de La Orotava en el año 1969, se educó en el colegio de San Isidro con los padres salesianos como todos los orotavenses, participó en el club de baloncesto que su padre fundó CB. San Isidro, llegando a jugar en todas sus cadenas hasta formar parte del equipo Sénior en la división de bronce.

Siguió los pasos empresariales y humanos de su padre haciéndose cargo de las sucursales en los Realejos, Icod de los Vinos y Puerto de la Cruz, pero siempre la sensibilidad rescinde y en muchas ocasiones con una enfermedad cruel, enfermedad que se llevan a los hombres y mujeres de buena voluntad y con ganas de vivir y de luchar por la vida.

De mi Blog personal Altruista Efemérides, decirte Antoñito, que en la vida aún en plena juventud ha sido un gran caballero, un muchacho noble. Siempre he seguido tu honrados pasos con tu querida y desconsolada esposa la joven portuense María Adela Carrillo Hernández (sobrina de mi gran amigo y convecino de mi Puerto de la Cruz Melecio Hernández Pérez), y tus hijos Antonio y Miguel que te querían y te siguen queriendo como un buen esposo y padre, con tus familias, con tus amigos y sobre todo como profesional en el ramo de ópticas, tus compañeros, decirte que siga al igual que lo ha hecho hasta este momento, pues la vida no termina aquí, sigue en otro lugar mucho más infinito, más brillante, más tranquilo, un lugar donde la esperanza y la fe ayudan a ser más libre y mas compasivo.

A mi queridos amigos de la infancia; Antonio Santos Cruz y Lala Valencia Domínguez, que sigan unidos en la felicidad, que la vida es así y que los sigo queriendo a igual que lo he venido haciendo en mi infancia, juventud y madurez…

El amigo de la Villa de La Orotava; LIBORIO VALENCIA, remitió entonces (22/03/2014) estas notas: “…Hola Bruno, perdona el retraso, pero anoche salí tardísimo del velatorio. Ahora por la mañana he visto que has publicado en tu blog de Efemérides un sentido y emotivo artículo sobre Toño con fotos como jugador del C.B. San Isidro que te ha cedido mi otro primo Juanjo.
Por eso no te voy a enviar fotos de jugador. Te envío dos fotos adjuntas del grupo de alfombristas que colabora conmigo en la elaboración del Tapiz nº6 "Liborio Valencia y colaboradores" en el recorrido alfombrado de la Infraoctava del Corpus desde el año 1981 hasta la fecha. Corresponde a la foto que siempre nos hacemos al finalizar la confección de la alfombra a los pies del Monumento al Alfombrista justo donde como bien sabes realizamos nuestra alfombra en el lado norte de la Plaza "Patricio García". Concretamente corresponde a los años 2006 y 2008. A Toño lo identificarás fácilmente entre todos los componentes del grupo de nuestra alfombra.

Simplemente darte las gracias por acordarte de este joven pero gran hombre que ha sido mi primo Toño Santos con el que que he tenido relación desde toda la vida, ya que sólo le llevo unos meses y por lo tanto hemos crecido juntos compartiendo vida y momentos inolvidables en estos años tanto en el Colegio Salesiano, en el Club Baloncesto San Isidro, en la preparación y confección de nuestra alfombras, en tenderetes del grupo de amigos, en su casa, en casa de sus padres Antonio y Lala, etc, etc, etc Gracias nuevamente Bruno y recibe un cordial saludo...”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL