Fotografía referente a la ciudad del Puerto de la cruz en el año
1917. Retratados entonces en la atalaya del recordado y desaparecido gran Hotel
Taoro; Fotingos, guaguas (jardineras) y camiones.
El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ.
Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces (26/03/2017)
estas notas. Que tituló;
“CENTENARIO DE UNA CRISIS".
Publicadas en LA OPINIÓN DE TENERIFE el día 25 de
marzo de 2017: “…Tal y como recogiera el periódico Diario
de Tenerife, en su edición del 5 de febrero de 1917, disponible para su
consulta en el portal Jable de la ULPGC, las Islas atravesaban serias
dificultades, especialmente ante la notable carestía de alimentos. De esa
forma, centraremos el siguiente artículo en el análisis de algunos problemas abiertos
durante esos momentos en el Valle de La Orotava y las decisiones que se
trataron en la asamblea desarrollada en el Teatro de la Villa, para valorar e
intentar solucionar el problema de la crisis económica a partir del bloqueo
establecido. El acto estaría presidido por el alcalde de La Orotava, Agustín
Hernández, destacando la asistencia de numerosas autoridades como los alcaldes
del Puerto de la Cruz, Realejo Bajo, Realejo Alto y San Juan de la Rambla;
junto a otras representaciones del ámbito empresarial y periodístico.
Tras la apertura del acto por
parte del alcalde orotavense, tendría la palabra Domingo Salazar y Cólogan, a
la sazón representante de la Cámara Oficial Agrícola. Después de agradecer a
los allí presentes su asistencia multitudinaria, comenzaría a establecer
diversas consideraciones asociadas al estado económico del Valle y la necesidad
inmediata de buscar soluciones al grave problema, calificando esa situación
como “momentos verdaderamente críticos” y denunciando públicamente la situación
insostenible ante el reducido número de métodos de transporte y el elevado
precio de los fletes para la exportación. Una exportación que, como bien señalara
el representante de la Cámara Oficial Agrícola, constituía “el principal elemento
de vida de esta región” para los agricultores y numerosas familias con el fin
de “evitar el fantasma aterrador de la miseria”. En su intervención, no dudaría
en animar al empresario y al agricultor para realizar una búsqueda de nuevas
soluciones, tales como el aprovechamiento de productos que, por sus características,
no se pudieran exportar.
Además, recordaría la necesidad
de dirigir al Gobierno con urgencia la materialización de obras públicas, para,
de esa forma, dar trabajo a múltiples obreros y garantizar el sustento de
muchas familias, solicitando una mayor agilidad en los trabajos de la conexión
con Vilaflor. Por su parte, también señalaría la necesidad de atender a la vía
que, tras salir del Calvario, transitaba por los núcleos de La Perdoma y La
Cruz Santa hasta llegar a Los Realejos, en atención a una “carretera que dará
salida a los productos de una zona media pero rica”. En su relación también
ocuparía especial atención la carretera que desde el Barranco de las Arenas
transcurría por el Jardín Botánico hasta terminar en el Puerto de la Cruz. Un
ejemplo que no dudaría en afirmar como “un caso típico de la administración
española”, en atención a la demora en su finalización durante un periodo
superior a los 20 o 30 años como consecuencia de “haberse estancado el
expediente”, uniéndose los obstáculos que aparecieron a lo largo de su
desarrollo para los particulares y la urgencia de examinar tal expediente con
la esperanza de “encontrar una mano piadosa que lo desempolve”. Por último,
tendría la palabra Sebastián Castro Díaz, anotando algunas impresiones respecto
al torpedeamiento al vapor “Punta Teno” y otras cuestiones de carácter
internacional.
Las conclusiones, estructuradas
en diez puntos, determinarían solicitar al Gobierno la finalización de la
mencionada carretera al Puerto de la Cruz, al igual que la carretera del Pinito
a Los Realejos, la vía entre La Orotava a Vilaflor y el enlace desde Los
Realejos a La Guancha. Por otra parte, no se olvidarían de establecer la
necesidad de facilitar el tráfico desde La Orotava a Buenavista a través de San
Juan de la Rambla, aumentar las conexiones entre la Península y Canarias,
solicitar la rebaja de los transportes ferroviarios de la Península, la imposición
de una tasa –a través de la Junta Provincial- para los artículos de primera
necesidad, la búsqueda del dinero necesario para la reparación del histórico
templo del Realejo Alto y, por último, la elevación de diversas protestas ante
el injustificado ataque al vapor “Punta Teno”…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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