El 31 de marzo del 2010, un miércoles Santos con la Humildad y Paciencia en
las calles de La Orotava, nos dijo adiós definitivamente un amigo de mi casa,
de casa de mi madre en la calle El Calvario de La Orotava número (ya
desaparecida), tenía 85 años, era oriundo de la isla caribeña de Cuba pues
había nacido allí, vivía en la calle Los Tostones (León) de la Villa de La
Orotava con su madre en una casa terrera que aún se conserva donde tenía la
barbería Agustín “El Gigante”.
Amigo de casa de mi madre, allí enamoró muchísimos años con la que iba a
ser su esposa Lucía Pacheco López que todos conocíamos por Chía, ayudaba como
maestra auxiliar a doña Lucía Mesa en su escuela de la misma calle El Calvario,
me sacaban de niño a mi y a mis hermanas, ayudó a morir a mi abuelo materno
Bruno Abréu Rodríguez, trabajó toda su vida como técnico administrativo en la
Gestoría de don Pedro Hernández Méndez el gran alfombrista de la plaza del
Ayuntamiento, estudió comercio en las escuelas profesionales de Comercio
Santa Cruz de Tenerife, en el edificio neoclásico donado a la ciudad por
Imeldo Serís, también hizo sus pinitos como locutor deportivo en la
desaparecida emisora Local “La Voz del Valle”. Al final de su vida laboral,
trabajó en el Ayuntamiento de la Orotava de encargado del Campo Santo, en ese
tiempo se quemó la portada de la capilla del mencionado lugar, portada que fue
del templo del Convento de San José de las Monjas Claras, demolido al final del
siglo XIX para edificar en su lugar el Edificio actual del Ayuntamiento, la
plaza y la Hijuela del Jardín Botánico.
Fue árbitro de futbol, muchísimos problemas le ocasionaron los futboleros
en esos terribles campos de tierra de aquella época dorada del fútbol
regional. Fue concejal del Ayuntamiento de la Orotava con don Juan Antonio
Jiménez González de Alcalde, era el locutor preferido para la presentación de
los disfraces infantiles el domingo de carnaval, la presentación de las
candidatas a las fiestas mayores de la Orotava en las recordadas verbenas
populares de la plaza del Ayuntamiento.
Donde más sonaba su voz en las carreras de ciclistas del viernes por la
tarde en las fiestas patronales de la Orotava, en la que destacaban los
corredores, Fernando, hermanos Quintero, Vidal, Domingo, Miguel Ángel todo
ellos de este terruño, donde realizaban impresionantes metas de montaña por la
subida de San Francisco.
También colaboró en el festival folklórico regional que se celebraba los
sábados por la noche después de la subida de los Santo Patrono San Isidro y
Santa María de la Cabeza, donde participaban grupos de coros y danzas de la
Sección Femenina de todas las regiones de España.
Participó como contertulio en cincos programas en una emisora local de
Televisión en el programa que dignamente dirigía un servido, dos programas
dedicados a la desaparecida VOZ DEL VALLE, y otros tres de bares que ya son
historia en la Villa; El Bar Fariña, El Kiosco de la Plaza de la Alameda y El
Bar Parada. Tenía en perspectivas varios programas más para la televisión
local, pero se enfermó y de su casa nunca más salió, solamente lo hizo a
recoger su homenaje en el Club de Mayores de La Orotava, en el que había sido
durante años su secretario.
Su voz era disonante y deslumbrante, en las retrasmisiones deportiva de LA
VOZ DEL VALLE, se le reconocía como un Matías Prats de la Villa y así lo
menciona el contertulio, ex alcalde y amigo portuense Salvador García Llanos
“SE APAGÓ LA VOZ DEPORTIVA DE ARGÜELLE”.
Carlos llegué tarde a tu entierro, la noticia me llegó a última hora, por
lo que tuve que correr por la calle de La Carrera hacía el Campo Santo villero,
para darte el último adiós, no pude ver y compartir tu despedida con tu desconsolada
esposa Lucía (Chía), que de verdad siempre te quería y siempre estuvo a tu
lado.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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