Esta extraordinaria fotografía, me viene a mi memoria de la
infancia, de ver en mí pueblo La Villa de La Orotava, esta estampa tan sublimen
como realista.
El cargar el agua en aquellos tiempos idos, era una autentica
magia del quehacer diario, de la mujer y del niño, mágica puesto que eran
tiempo en que las viviendas no tenían agua corriente, y mágica, de observar
este espectáculo que a por perras gordas, mal vestido, y descalzos, provisto de
una barra con dos alambres gruesos, se trasportaba el agua a través de dos
cubos, desde los grifos y fuentes públicas de abastos hasta los depósitos de
las casa. A veces era costoso, pues había que subir calles e incluso escaleras,
muchas en muy malas condiciones para depositar el apreciado líquido en los
depósitos caseros.
La estampa es fiel reflejo del espectáculo de aquellos
tiempos idos, reflejo de muchos amigos que lo pasaron muy mal, reflejo de la
vida y como poder ganarse la vida a cambio de perras gordas. Reflejo de la
penuria que existía en aquellos tiempos.
JOSÉ TENO PÉREZ, remitió entonces (26/04/2014) esta
esplendida fotografía y escribió, un texto similar al de mi memoria infantil: “…Niño
llevando el agua desde el pilar. Foto Ramçón Dimas, 1964. De esta forma, el
acarreo del preciado líquido se llevaba, tanto para la casa como para los
animales. El palo del que cuelgan los cacharros, era presionado con el peso y
fastidiaba la columna del infante. Su traje denota la pertenencia a una clase sencilla,
que casi sobrevivía con el aporte de todos los miembros de la familia. Ropa con
remiendos y reutilizada, se cambiaba los Domingos por la que recibiera el día
de Reyes…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario