Efectivamente
dos “Carmencita”, por su merecida jubilación laboral – empresarial, han tenido que
cerrar dos facultades esmeritas en la calle de la Carrera de la Orotava. Dos facultades que
durante ciento y pico de años una, y ochenta años la otra formaban parte de una
universidad comercial, de una meca del negocio entre libros y confecciones.
Carmencita
Miranda y Carmencita Linares, la primera tuvo que cerrar una catedral de la
cultura orotavense que su abuelo don Francisco Miranda Perdigón, un gran musicólogo
- tenor, fundó en el año 1900, y la segunda cerró un comercio de confecciones
que su padre don Isidro Linares había fundado en la Villa. Ambas cátedras se
encuentra en la misma calle, en distinta aceras, la primera empezando por la
izquierda en la primera esquina y la segunda en la mediana de la calle esquina
con la de Tomás Pérez.
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