Mi
amigo de la infancia en la calle El Calvario de la Villa de La Orotava, amigo
del juego, de la ilusión y de los secretos infantiles; CARMELO SANTOS VILLAR, que
siempre le llamaba CARMELITO.
Remitió
entonces (27/04/2014) esta foto, que me hace recordar, aquellas inolvidables
bajadas al Puerto de la Cruz con mi padre Juan Álvarez Díaz, que en
alternancia, me llevaba; al Playa Martiánez, Los veranos. Al cine y al fútbol
en los inviernos, y a algún cotejo fúnebre de sus amigos portuenses, como a la
procesión de la Cruz de Plata el día 3 de Mayo al mediodía.
Cuando
íbamos al cine me llamaba la atención la diferencia entre las dos salas
existentes en aquella época del final de la década de los cincuenta y principio
de los sesenta del siglo XX (hablo de los cines Topham y Olimpia). El Olimpia,
me sonaba a un cine muy antiestético, en el que se tocaba una bocina o timbre de muy rara
apariencia como preludio al comienzo de la sección. Mientras que el Topham se
me parecía mucho al recordado Teatro Cine Atlante de La Orotava, un poquito más
acogedor y dinámico, referente a lo que representa una sala cinematográfica o
de representación teatral que el Olimpia, pero con un esquema mudéjar desde
dentro y por fuera.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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