Corría el curso escolar 1957 – 1958, un servidor
estudiaba primaria en el Colegio La Milagrosa de las hermanas de la Caridad de
San Vicente Paul de la Villa de La Orotava. Era entonces un colegio simplemente
y exclusivamente femenino, pero se admitía el parvulario y la primaria mixto
pero separados en clase en dos filas a la izquierda para niños y dos filas a la
derecha para niñas. En ese recordado colegio estudié el párvulo con Sor
Catalina de origen cubano y la primaria con la oriunda de San Juan de la Rambla
Sor Dolores, así hasta la primera comunión que realizamos en el templo de Santo
Domingo de Guzmán de la Villa de La Orotava para luego incorporarnos al colegio
de frente San Isidro en el aula denominada “La Chica” con el recién llegado
sacerdote octogenario don Esteban del Corral Gajate, era director don José
Rodríguez González que había sustituido a son Pacifico Medina Sevillano, la sorpresa
me la llevé un día en el recreo en el patio central del colegio de San Isidro,
cuando hablando todos los compañeros de la promoción, Juanito Guardia Romero
nos indicó que lo habían ascendido a la clase denominada “Media”, con el
recordado maestro civil don Santiago García, por qué los salesianos decían que
estaba más avanzado que el resto de la promoción. Con el tiempo abandoné la
clase “Chica”, no sé el motivo, no me sale de la mente, quizá miedo de niño, no
lo sé, en muchas ocasiones salía corriendo detrás de mi pobre padre asustado y
con depresiones infantiles, por lo que mi progenitor optó por cambiarme de
centro y me colocó en el Colegio de San Fernando en la calle de San Francisco
de La Orotava anexo al Camposanto que regentaba don Fernando Álvarez Arbelo.
Los recuerdos con sor Catalina eran muy embrujados, se
trataba de una monja vetusta encargada de tocar la campana que estaba en la
terraza del patio interior del colegio de entrada y salida de clases. La tocaba
de una forma tan apesadumbra que unas veces nos ponía tristes y otras un poco
alegres. Con sor Dolores, hacíamos veladas de niños, excursiones caminando
hasta el popular Barrio orotavense de la Florida (caminos de tierras y piedras
con la merienda en la cestilla), también visitábamos el Jardín Botánico, en
esto sor Dolores se adelantó a la ilustración, al siglo de la luces. Campeonato
de fútbol en una cancha de césped en el jardín del colegio, escribíamos la
célebre caligrafía de aquellos recordados cuadernos de dos rayas etc. Con esta
impresionante mujer tengo una anécdota, estaba compartiendo pupitre con el
amigo y convecino Fernando Zarate Salazar, él estaba sentado frente a mí, se me
ocurrió empujarlo con las dos piernas, tal fue mi fuerza que lo lancé contra la
pizarra de la pared. A primera vista me pilla sor Dolores y me deja arrestado
como castigo. Pero mi querido y recordado padre Juan Álvarez Díaz, acostumbraba
a buscarme todo los días al colegio, casi siempre me llevaba un regalito para
regresar a casa contento. Y siempre me esperaba en el muro del jardín por fuera
del colegio. Al ver que no bajaba, se encontró con mi prima hermana Centa
Álvarez Acosta que salía del colegio, le preguntó que donde estaba metido, que
llevaba tiempo en mi aguardo. Mi prima subió inmediatamente al aula de Sor
Dolores, y me ve que estaba arrestado, entra y le dice a Sor Dolores que su tío
Juan está esperando abajo por mi primo Bruno. Sor Dolores le contestó vete y
dígale a su tío que el niño está arrestado a mi orden. Tanto fue la sorpresa
que a los cincos minutos Sor Dolores me dice Brunito váyase que tu papá te
espera en el muro de a fuera. Salí como un cohete, pero enseguida pensé que Sor
Dolores respeto la decisiones de mi progenitor.
La foto está sacada en la cancha de césped natural en
el jardín derecho del Colegio de la Milagrosa, equipo de fútbol de mi clase: de
pie de izquierda a derecha: Chicho Pizarro, Juanito de la Guardia Romero, Paco
Reyes, Alfonso Ramos Méndez, Paco Hernández Álvarez, Juan José del Rosario
(actualmente en tierra sevillana Alcalá de Guadaira manteniendo el balón que
parece el doble de él), Feliciano González, y Vicente Oramas Cabrera. Agachados
de izquierda a derecha Juanito Barreda, Bruno Juan Álvarez Abréu, Babám
Hernández Herreros, José María Hernández, Sebastián Arencibia, (¿?) y Baute .
El amigo de la infancia de La Villa de La Orotava, compañero de profesión,
presente en la fotografía; JUAN DE LA GUARDIA ROMERO remitió entonces (10/01/2014)
estas notas: “…Jo... Bruno, que memoria. Tengo recuerdos imborrables de aquella época.
De Sor Catalina, que una mañana me vio perdido en la clase de Sor Dolores con
una división y que con mucha paciencia me enseñó a hacerlas. De Sor Dolores,
que una tarde bajaba las escalinatas camino de casa con los cordones sueltos de
los zapatos y que no me dejó ir hasta que aprendí a atármelos. Simplezas
encantadoras.
El paso de la "chica" a
la "media" creo que me perjudicó pues supuso una sobrecarga para el
resto de mi vida colegial….”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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