miércoles, 24 de enero de 2018

DAYANA DOMÍNGUEZ PERERA EN EL RECUERDO



Aniversario de su fallecimiento. Era el domingo veinte y cuatro de enero del 2015, un domingo de los típicos inviernos frioleros. Al encender el ordenador, como costumbre diaria, me encuentro con una nota de la amiga desde la infancia de la Villa de La Orotava Margarita Martín Delgado que conocemos como “Titita”, la cual expresa el fallecimiento de la hija de nuestros amigos Nono y Pili, que se llamaba “Dayana”. La verdad que me quedé frio, como reflejaba la temperatura de mí morada doce grados.
Enseguida pregunté por su entierro, funeral y demás. Lo que inmediatamente me llevó al tanatorio orotavense ubicado en el desaparecido Hospital de la Santísima Trinidad en la calle de San Francisco, donde me encontré con amigos y familias, posteriormente acompañar el  desfile mortuorio  al funeral en el templo parroquial de Nuestra Señora de la Concepción.
La joven Dayana Domínguez Perera,  no dejó para siempre con solo 41 años de edad. Nacida en la Villa de La Orotava en el año 1974, hija de mis estimados amigos; Nono (fallecido) y Pili. Después de una sufrida enfermedad emprendió el vuelo al infinito, tal como le vemos en la fotografía, radiante, positiva, con ganas de disfrutar la vida.
Me impresionaron las palabras del párroco de Nuestra Señora de la Concepción, jamás había oído tales expresiones, las cuales me hicieron derramar lagrimas en mis ojos de la rabia y el sufrimiento de una familia destrozada, por la ida primero del amigo Nono y después de su hija predilecta Dayana.
Dayana Domínguez Perera fue Romera Mayor de La Romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza en el año 1990, en el año 2015, le correspondía disfrutar de sus bodas de plata (1990 – 2014, 25 años), conjuntamente con otra Romera Mayor que le acompaña en la eternidad, Isabel Oliva Cruz que cumplía las Bodas de Oro (1965 – 2015, 50 años). Por lo que el año 2015, los orotavenses no gozaran de sus romeras; Isabel y Dayana, pero si disfrutaran de sus corazones y de sus recuerdos.
Dayana, a pena nos vimos con frecuencias en la Villa, si estábamos en contactos a través del Facebook, lo seguiremos haciendo, tu pagina queda ahí vacía, pero llena de esencias, de vida, y de comunicación. Te pido de todo corazón que le dé un abrazo muy fuerte a tu padre el amigo Nono, que está contigo en ese paraíso infinito, de la tranquilidad de la esperanza y de la misericordia. Y no olvide que aquí con nosotros están; tu madre Pili y tus hermanos, que te quieren y te siguen queriendo. Un abrazo y hasta siempre.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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