miércoles, 14 de marzo de 2018

EL KIOSCO DE LA MÚSICA OROTAVENSE Y LA GESTIÓN DE ANTONIO GARCÍA HERNÁNDEZ



El 25 de marzo de 1916, el industrial orotavense y entonces concejal del Excelentísimo Ayuntamiento de la Villa de La Orotava don Félix Reyes Martín se compromete a ejecutar las obras del Kiosco de la Música. Aporta 3.100 pesetas de un total de 4.000, presupuesto global de la construcción, a cambio de reservarse "... el derecho de disfrutar gratuitamente, durante 20 años, la parte baja de la expresada obra, con objeto de destinarla a CAFÉ, BAZAR u otros usos…". Su construcción se realizó de cemento armado. Fue erigido por la empresa villera de los hermanos Nicolás y Diego Álvarez. Procediéndose a la electrificación del mismo en el año 1917.
Este Kiosco musical a partir de ese año de 1916, sustituyó a otro más pequeño confeccionado en madera y desmontable, de un estilo mudéjar muy parecido al actual, que aparecer fue llevado para colocar en las Fiestas de Nuestra Señora del Carmen en el entonces municipio del Realejo Bajo.
Su promotor, utilizó una muestra de los Kioscos musicales que se encuentran en norte Europa, en unos de sus viajes que realizó a ese territorio.
A pesar que se procedió a montar en la parte inferior para su explotación; café, bazar u otros usos, se procedió por instalar allí un café, que se mantiene hasta hoy en día con la misma denominación de “Café – Bar El Kiosco”. Varios han sido sus gestores; don Manuel García, don Pepe Pérez, don Antonio García Hernández conocido por el de “Las Maquinas” y por ultimo don Fidel Labrador Hernández y herederos.
La fotografía corresponde a la época de la explotación de don Antonio García Hernández conocido por “El de Las Maquinas”, lo vemos ante su mostrador, acompañándole los villeros, de izquierda a derecha; Isidro Perera, Roberto Álvarez y Juan González “Leal”.
Lo más interesante de la fotografía, es el estilo mudéjar del interior del Café – Bar, conservando todo el mobiliario original de la época. Curiosamente encima del mostrador está un ejemplar del clásico sifón de agua carbónica de la época, procedente del Drago o de Andomi.
Mientras regentaba la concesión del Kiosco de la Música Antonio García, le ayudaban; su hijo Antoñito, los hermanos Eulogio y Carmelo Anceume, trabajaba como operario Benjamín Villar Sacramento, y la señora de Antonio, Montserrat Sacramento  era la cocinera desde su propia cocina domiciliada en su residencia habitual de la Calle Verde (Nicandro González Borges).
Antonio García con anterioridad a explotar el Kiosco de la Música, trabajó en la tasca – bodegón familiar “La Ciudad de Los Muchachos”, en la calle La Hoya (Hermano Apolinar) y posterior al Kiosco de la música, afanó por su cuenta el reparto; de leche, yogurt, y otros productos lácteos.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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