A finales de marzo de 1906, el Rey
Alfonso XIII visitó la isla de Tenerife acompañado por varios miembros de su
gobierno. Los alcaldes de la época solicitaron entre otros, la creación de
puertos, carreteras, escuelas, etc. Los Ayuntamientos de La Victoria de
Acentejo y Santa Úrsula, de la mano de una niña vestida de ángel, demandaron un
puente que uniera ambos municipios a través del Barranco Hondo que incomunicaba
a gran parte del norte de la Isla.
Dos años más tarde, se iniciaron las
obras y el 20 de marzo de 1909 se inauguró oficialmente el viaducto que se
realizó con modernas técnicas de hormigón y hierro. Fue bautizado como Puente
de Alfonso XIII, aunque popularmente se conoce como Puente de Hierro.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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