Fotografía de vista del Teide con el fenómeno
llamado "sombrero”, que preámbulo
las Cabañuelas en Canarias en el mes de Agosto, según los viejos.
El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ.
Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces (12/3/2017)
estas notas que tituló; “JOSÉ AGUSTÍN ÁLVAREZ RIXO Y LAS CABAÑUELAS”.
Publicadas en La Opinión
de Tenerife, el día 11 de marzo de 2017: “…Las cabañuelas representan la
preocupación del ser humano por conocer el tiempo y su evolución en atención a
las necesidades agrícolas. Un aspecto que, entre otros,
analizan José y Ángel Fuentes Blanc en su artículo bajo el título “Las
cabañuelas o la predicción del tiempo en el saber popular”.
Sobre tal aspecto, el cronista
y político portuense, José Agustín Álvarez Rixo (1796-1883) dedicaría un interesante
análisis en su manuscrito
Cabañuelas, depositado por sus herederos en la Universidad de La Laguna como parte de su increíble fondo documental en el año 2014.
Cabañuelas, depositado por sus herederos en la Universidad de La Laguna como parte de su increíble fondo documental en el año 2014.
Lo cierto es que Rixo,
manifiesta en múltiples ocasiones en su producción bibliográfica una atención
respecto al estado del tiempo y su evolución en diferentes etapas históricas.
Un interés que alcanzaría su cenit mediante una obra en la que, de forma
detallada, describe las cabañuelas según los métodos empleados por los
labradores o /marineros de nuestro territorio para observar los efectos
atmosféricos o marinos.
Unas observaciones que el
propio Rixo añade que se verifican “en ciertos meses, días y horas, señalando
los penúltimos con el nombre de los Santos que celebra la Iglesia en tiempos fijos”,
registrando las fechas de San Isidro labrador, San Juan Bautista, San Bartolomé
y San Mateo. Sin embargo, no titubea en advertir la necesidad de observar la
posición del Sol, a pesar de la consideración que para muchos representaba la
virtud de los santos en esos días. Para el cronista portuense, se trataba de
una serie de señales que, por sus peculiaridades, ofrecían consecuencias
indudables de examen. Respecto a las indicaciones que pudieran revelar un año
malo, apunta algunas particularidades, como la presencia el día de San Isidro
“de horizonte claro, celajes frescos y mar bonancible”; así como el día de San
Juan Bautista, “al amanecer, horizonte y atmósfera diáfanos, ambientes del cuadrante
del Norte o del Oeste”. Para el día de San Bartolomé recoge “lo mismo, o con
apariencias de chubascos al N al NO, o NE”, junto a otras advertencias
relacionadas con la serenada durante las noches y su impacto sobre los callados
de la playa o el empedrado de las calles. Por su parte, para el día de San
Mateo, “además del horizonte claro, que el viento sople del N o NO o bien
indicios de chubascos hacia estos puntos del cuadrante”. Junto a tales señales
anuales, expresa otros indicadores que, a pesar de sus características más
perentorias, no restan importancia en atención a su análisis para las
actividades relacionadas con la agricultura. De ese modo, no dudaría en apuntar
que cuando el Teide se cubría con algo de nieve o escarcha, capaz de disiparse
en apenas un día, actuaba como un “indicio de sequedad notable, y de que no
lloverá antes de haber transcurrido desde diez a sesenta días”. Asimismo, cuando
se observaba una nube densa girar del Poniente al Naciente en las Cañadas, “se
puede asegurar que lloverá dentro de 24 horas”, por lo menos en el ámbito del
Valle de La Orotava, aunque si su sentido se modificaba de E a O, “habrá días
secos y vientos al cuadrante del E y del S”.
Como indicio de viento, apuntaría
la presencia de una especie de “toca” sobre la estampa del Teide, “durante los
meses que median entre uno y otro equinoccio”. También señalaría Álvarez Rixo
algunos detalles relacionados con la visión de las estrellas o la importancia
de interpretar la Luna en sus diferentes fases.
En su manuscrito, incluye sus
propias observaciones en cinco ocasiones, con la finalidad de comprobar las
cabañuelas de diversos periodos, aunque recopilaría muchos otros datos, así
como interesantes señales para determinar los años fértiles o estériles en
nuestro territorio. Su trabajo, finaliza con una serie de noticias que pretenden
demostrar la influencia del tiempo atmosférico sobre el comportamiento y la
actividad del ser humano…”
BRUNO JUAN ÁLAVREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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