jueves, 18 de enero de 2018

LAS LORENCITAS (III)



El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava, regente de su Venta de Ultramarinos de la Calle Verde (Nicandro González Borges); FERNANDO PÉREZ. Remitió entonces (30/03/2016) esta histórica fotografía, sobre la ultima instantánea de lo que fue en el tiempo la escuelita de “Las Lorencitas” instalada en una mansión de la orotavense calle Viera.
La última promoción de alumnos y alumnas referente a sus últimos años de docencia, final de los sesenta y principio de los setenta del siglo XX, cuando ellas ya longevas realizaban su ultima y excelente labor de enseñar a los villeros.
En la calle Viera de La Villa de La Orotava estaba ubicada la escuela de “Las Lorencitas”, en ella a lo largo de muchísimos años, muchas generaciones de villeros sobre todo de féminas aprendieron a leer, a escribir, las operaciones aritméticas y sobre todo los labores de calados canarios, croquet,  corte y confecciones.
Era el verano del año 1957, recién cumplido siete años, mis padres deciden que mi hermana Fina Álvarez Abréu que entonces se preparaba para los estudios del magisterio, fuese a clases de labores con Las Lorencitas en su mansión de la calle Viera de La Orotava. Además deseaban que me llevase para pasar el tiempo libre de vacaciones veraniegas y distraerme. Por entonces estudiaba en el Colegio de La Milagrosa de las Hermanas de La Caridad con la recordada e inolvidable Sor Dolores Borges.
Mi primer día con Las Lorencitas, era un caso muy extraño, un sueño de hadas, un misterio espectacular, y teatral al ver en el fondo de su única aula una especie de escenario donde hacían presencia tipo coreografía las dos laureadas señoras; doña Antonia y doña María Fernández Sosa conocidas por las Lorencitas, apelativo que se le atribuyó porque su madre se llamaba doña Lorenza.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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