lunes, 12 de marzo de 2018

BRUNO Y MICHEL



En los noventa del siglo XX, por las mañanas en la esquina de las calles; El Calvario y García Beltrán de La Villa de La Orotava, antes del comienzo mañanero de las jornada laboral. Solíamos reunirnos para hablar de todo los aconteceres de la Villa. Un servidor, Miguel Ángel Sánchez Perera (Michel), Domingo Eduardo Hernández y Hernández, Clemente Álvarez) y el Barrendero de turno. A veces levantábamos las voces que la recordada vecina Luisa Polo Regalado se asomaba a su ventanas de la antigua pensión El Suizo, para decirnos, que todos no somos sordos.
La panorámica tomada por la cámara del contertulio Domingo Eduardo Hernández, estamos un servidor y Miguel Ángel Sánchez Perera (Michel) comenzando la tertulia mientras iban llegando los demás. El mas frenético que se encolerizaba era Clemente Álvarez, y el que más tenía problemas vecinales en los Altos de La Orotava donde residía era el barrendero de turno.
Entonces comenzábamos a trabajar a las ocho de la mañana, los que lo hacían en la calle el Calvario, menos un servidor, que entraba en jornada laboral en el IES La Orotava Manuel González Pérez del Barrio San Antonio a las ocho y diez minutos, el tiempo suficiente para coger el automóvil y entrar a dicho recinto docente.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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